Salmos 44:3

Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.

Deuteronomio 7:7-8

No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido; porque vosotros erais el más pequeño de todos los pueblos;

Josué 24:12

Y envié avispas delante de vosotros, las cuales echaron de delante de vosotros a los dos reyes de los amorreos; pero no con tu espada, ni con tu arco.

Deuteronomio 8:17-18

y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza.

Éxodo 15:16

Caiga sobre ellos temblor y espanto; a la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra; hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

Números 14:8

Si Jehová se agradare de nosotros, Él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

Deuteronomio 4:37-38

Y porque Él amó a tus padres, escogió a su simiente después de ellos, y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder;

Deuteronomio 10:15

Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su simiente después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.

1 Samuel 12:22

Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo.

Salmos 4:6

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

Salmos 17:7

Muestra tus maravillosas misericordias, tú que con tu diestra salvas a los que en ti confían de los que se levantan contra ellos.

Salmos 20:6

Ahora entiendo que Jehová guarda a su ungido; lo oirá desde su santo cielo, con la fuerza salvadora de su diestra.

Salmos 42:5

¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle por la ayuda de su presencia.

Salmos 42:11

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.

Salmos 74:11

¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno?

Salmos 77:15

Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)

Salmos 80:16

Está quemada a fuego, asolada: ¡Perezcan por la reprensión de tu rostro!

Isaías 63:12

¿El que los guió por la diestra de Moisés con el brazo de su gloria; el que dividió las aguas delante de ellos, haciéndose así nombre perpetuo?

Zacarías 4:6

Entonces respondió y me habló, diciendo: Ésta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos.

Malaquías 1:2-3

Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Pero amé a Jacob,

Romanos 9:10-15

Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre

2 Corintios 4:7

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros;

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)