1 «Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación. 2 Sólo Él es mi Roca, y mi salvación; es mi refugio, no resbalaré mucho.
3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, caeréis como pared desplomada, como cerca derribada. 4 Solamente consultan de cómo arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah)
5 Alma mía, espera solamente en Dios; porque en Él está mi esperanza. 6 Sólo Él es mi Roca y mi salvación. Él es mi refugio, no seré movido. 7 En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio. 8 Esperad en Él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de Él vuestro corazón: Dios es nuestro refugio. (Selah)
9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hombres de renombre; pesándolos a todos juntos en la balanza, pesarán menos que la vanidad. 10 No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
11 Una vez habló Dios; dos veces he oído esto; que de Dios es el poder. 12 Y de ti, oh Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.

Reina Valera Gómez (© 2010)