Salmos 63:3

Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.

Salmos 69:16

Oyeme, SEÑOR, porque apacible es tu misericordia; mírame conforme a la multitud de tus miseraciones.

Salmos 4:6

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.

Salmos 21:6

Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.

Salmos 30:5

Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.

Salmos 30:12

Por tanto a ti canté gloria, y no callé; SEÑOR Dios mío, te alabaré para siempre.

Salmos 51:15

Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.

Salmos 66:17

A él clamé con mi boca, y fue ensalzado con mi lengua.

Oseas 14:2

Tomad con vosotros palabras, y convertíos al SEÑOR, y decidle: Quita toda iniquidad, y aceptanos con gracia, y daremos los becerros de nuestros labios.

Romanos 6:19

Humana cosa digo, por la flaqueza de vuestra carne; que como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santidad, presentéis vuestros miembros para servir a la justicia.

Romanos 12:1

Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.

1 Corintios 6:20

Porque comprados sois por (gran) precio; glorificad, pues, (y traed) a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Filipenses 1:23

porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho) teniendo deseo de ser desatado, y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor;

Hebreos 13:15

Así que, ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre.

Santiago 3:5-10

Así también, la lengua es un miembro pequeñito, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego ¡cuán grande bosque enciende!

1 Juan 3:2

Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere (en nosotros) , seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)