Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey.

Y el SEÑOR te dé entendimiento y prudencia, y él te dé mandamientos para Israel; y que tú guardes la ley del SEÑOR tu Dios.

Y tomando Sadoc, el sacerdote el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron el shofar, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!

Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, y tus testimonios, y tus estatutos; y para que haga todas las cosas, y te edifique el palacio para la cual yo he hecho la provisión.

Dame, pues, ahora sabiduría y ciencia, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque ¿quién podrá juzgar este tu pueblo tan grande?

Si el SEÑOR no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el SEÑOR no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.

Y reposará sobre él el Espíritu del SEÑOR, Espíritu de sabiduría y de inteligencia, Espíritu de consejo, y de fortaleza, Espíritu de conocimiento y de temor del SEÑOR;

He aquí que vienen los días, dice el SEÑOR, y despertaré a David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.

Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque no le da Dios el Espíritu por medida.

Mas al Hijo: Tu trono, oh DIOS; por el siglo del siglo; vara de equidad la vara de tu Reino;

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