Salmos 73:24

Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria.

Salmos 32:8

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.

Salmos 48:14

Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre: Él nos guiará, aun hasta la muerte.

Salmos 49:15

Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)

Isaías 58:11

Y Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

Juan 17:5

Y ahora, oh Padre, glorifícame tú contigo mismo, con la gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Salmos 16:7

Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones.

Salmos 25:9

Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.

Salmos 84:11

Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no quitará el bien a los que en integridad andan.

Salmos 143:8-10

Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por el que debo andar, porque a ti elevo mi alma.

Proverbios 3:5-6

Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.

Proverbios 8:20

Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio;

Isaías 30:21

Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Éste es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.

Isaías 48:17

Así dice Jehová, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy Jehová tu Dios, que te enseña para provecho, que te conduce por el camino en que debes andar.

Isaías 58:8

Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu sanidad se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.

Lucas 11:13

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Lucas 23:46

Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, entregó el espíritu.

Juan 14:3

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo; para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Juan 16:13

Pero cuando el Espíritu de verdad venga, Él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber las cosas que han de venir.

Juan 17:24

Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo; para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Hechos 7:59

Y apedrearon a Esteban, mientras él invocaba a Dios y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu.

2 Corintios 5:1

Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en el cielo.

Santiago 1:5

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

1 Pedro 1:4-5

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en el cielo para vosotros,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)