Salmos 84:7

Irán en gran multitud y en orden, verán a Dios en Sion.

Proverbios 4:18

Mas la vereda de los justos es como la luz del lucero, que va en aumento hasta que el día es perfecto.

Isaías 40:31

pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

2 Corintios 3:18

Por tanto nosotros todos, puestos los ojos como en un espejo en la gloria del Señor con cara descubierta, somos transformados de gloria en gloria en la misma semejanza, como por el Espíritu del Señor.

Deuteronomio 16:16

Tres veces cada año parecerá todo varón tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes cenceños, y en la fiesta solemne de las semanas, en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y no parecerá vacío delante del SEÑOR:

2 Pedro 3:18

Mas creced en la gracia, y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Job 17:9

El justo retendrá su carrera, y el limpio de manos aumentará la fuerza.

Juan 1:16

Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.

Juan 15:2

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

Salmos 42:2

Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!

Salmos 43:3

Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán al monte de tu santidad, y a tus tabernáculos.

Isaías 46:13

Haré a mi justicia que se acerque, y no se alejará; y mi salvación no se detendrá. Y pondré salvación en Sion; y mi gloria en Israel.

Jeremías 31:6

Porque habrá día en que clamarán los guardas en el monte de Efraín: Levantaos, y subamos en Sion, al SEÑOR nuestro Dios.

Zacarías 14:16

Y todos los que quedaren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año a adorar al Rey, al SEÑOR de los ejércitos, y a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.

Lucas 2:24

y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos.

Juan 6:39

Y esta es la voluntad del que me envió, del Padre: Que de todo lo que me diere, no pierda de ello, sino que lo resucite en el día postrero.

Juan 14:3

Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

1 Tesalonicenses 4:17

luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, y juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

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