Salmos 88:14

¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?

¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?

Al Vencedor: Salmo de David. ¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?

Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?

Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales en nuestros ejércitos.

Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a amar?

Y cerca de la hora novena, Jesús exclamó con gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido