Salmos 94:16

¿Quién se levantará por mí contra los malignos? ¿Quién estará por mí contra los obradores de iniquidad?

Éxodo 32:26-29

se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién es de Jehová? júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví.

Números 10:35

Y fue, que al moverse el arca, Moisés decía: Levántate, Jehová, y sean disipados tus enemigos, y huyan de tu presencia los que te aborrecen.

Números 25:6-13

Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una madianita a sus hermanos, a ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, que estaban llorando a la puerta del tabernáculo de la congregación.

Jueces 5:23

Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová: Maldecid severamente a sus moradores, porque no vinieron al socorro de Jehová, al socorro de Jehová contra los fuertes.

1 Reyes 18:39-40

Y viéndolo todo el pueblo, cayeron sobre sus rostros, y dijeron: ¡Jehová es el Dios! ¡Jehová es el Dios!

2 Reyes 9:32

Alzando él entonces su rostro hacia la ventana, dijo: ¿Quién está conmigo? ¿Quién? Y miraron hacia él dos o tres eunucos.

2 Reyes 10:15

Yéndose luego de allí se encontró con Jonadab hijo de Recab, que venía a su encuentro, y después de saludarle, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues que lo es, dame la mano. Y él le dio su mano. Luego lo hizo subir consigo en el carro.

Nehemías 5:7

Entonces lo medité, y reprendí a los nobles y a los magistrados, y les dije: ¿Tomáis cada uno usura de vuestros hermanos? Y convoqué contra ellos una gran asamblea.

Salmos 17:13

Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;

Salmos 59:2

Líbrame de los obradores de iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.

Isaías 59:16

Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera intercesor; por tanto su propio brazo le trajo salvación, y le afirmó su misma justicia.

Isaías 63:5

Y miré y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira.

Jeremías 5:1

Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, y sabed, y buscad en sus plazas si podéis hallar algún hombre, si hay alguno que haga juicio, que busque verdad; y yo la perdonaré.

Jeremías 26:16-19

Y dijeron los príncipes y todo el pueblo a los sacerdotes y profetas. No ha incurrido este hombre en pena de muerte, porque en nombre de Jehová nuestro Dios nos ha hablado.

Ezequiel 22:30

Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí por la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

Mateo 12:30

El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.

Juan 7:50-51

Les dijo Nicodemo (el que vino a Él de noche, el cual era uno de ellos):

3 Juan 1:8

Nosotros, pues, debemos recibir a los tales, para que seamos cooperadores con la verdad.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)