Salmos 94:17

Si no me ayudara el SEÑOR, presto morará mi alma con los muertos.

Salmos 124:1-2

Canción de las gradas: de David. Al no haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel:

Salmos 31:17

SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno.

Salmos 13:3

Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;

Salmos 115:17

No alabarán los muertos a JAH, ni todos los que descienden al silencio;

Salmos 118:13

Me empujaste con violencia para que cayese; pero el SEÑOR me ayudó.

Salmos 125:1

Canción de las gradas. Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Salmos 142:4-5

Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociese; no tuve refugio, no había quién volviese por mi vida.

Juan 16:32

He aquí, la hora viene, y ya es venida, que seréis esparcidos cada uno por su cabo, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

2 Corintios 1:8-10

Porque, hermanos, no queremos que ignoréis nuestra tribulación que nos fue hecha en Asia; que (sobremanera) fuimos cargados más allá de nuestras fuerzas, de tal manera que estuviésemos en duda de la vida.

2 Timoteo 4:16-17

En mi primera defensa ninguno me ayudó, antes me desampararon todos; no les sea imputado.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)