Salmos 94:19
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Salmos 43:2-5
Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Salmos 61:2
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare; a la peña más alta que me conduzcas,
Salmos 63:5-6
Como de sebo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de alegría te alabará mi boca,
Salmos 73:12-16
He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
Salmos 77:2-10
Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.
Jeremías 20:7-11
Me sedujiste, oh SEÑOR, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido; cada cual se burla de mí.
Habacuc 3:16-18
Oí, y tembló mi vientre; a la voz se batieron mis labios; pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; para reposar en el día de la angustia, cuando viniere al pueblo para destruirlo.
Romanos 5:2-5
por el cual también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes , y nos gloriamos en la esperanza de la gloria (de los hijos) de Dios.
2 Corintios 1:4-5
el que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
1 Pedro 1:7-8
para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual perece, mas sin embargo es probado con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesús, el Cristo, fuere manifestado;
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido