Tito 3:6

el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesús, el Cristo, nuestro Salvador,

Romanos 5:5

y la esperanza no será avergonzada; porque el amor de Dios está derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.

Joel 2:28

Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.

Hechos 2:33

Así que, levantado por la diestra de Dios, y recibiendo del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros ahora veis y oís.

Proverbios 1:23

Volveos a mi reprensión; he aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.

Isaías 44:3

Porque yo derramaré aguas sobre el sediento, y ríos sobre la tierra árida. Derramaré mi Espíritu sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;

Ezequiel 36:25

Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.

Hechos 10:45

Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.

Isaías 32:15

hasta que sobre nosotros sea derramado espíritu de lo alto, y el desierto se torne en campo labrado; y el campo labrado sea estimado por bosque.

Juan 1:16

Y de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.

Juan 4:10

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú pedirías de él, y él te daría agua viva.

Juan 7:37

Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

Juan 14:16-17

y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que permanece con vosotros para siempre:

Juan 16:7

Pero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo me vaya; porque si yo no me fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.

Romanos 8:2

Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Efesios 3:8

A mí, digo , el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,

Efesios 4:2

con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia, soportando los unos a los otros en caridad;

Tito 1:4

a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús, el Cristo, salvador nuestro.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Sagradas Escrituras (1569)