Zacarías 8:15
así tornando he pensado hacer bien a Jerusalén y a la Casa de Judá en estos días; no temáis.
Zacarías 8:13
Y será que como fuisteis maldición entre los gentiles, oh Casa de Judá y Casa de Israel, así os salvaré, para que seáis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.
Miqueas 7:18-20
¿Qué Dios como tú, que perdonas la maldad, y que pasas por la rebelión con el remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque es amador de misericordia.
Isaías 43:1-2
Y ahora, así dice el SEÑOR Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; yo te puse nombre, mío eres tú.
Jeremías 29:11-14
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dijo el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 32:42
Porque así dijo el SEÑOR: Como traje sobre este pueblo todo este gran mal, así traeré sobre ellos todo el bien que acerca de ellos hablo.
Miqueas 4:10-13
Duélete y gime, hija de Sion como mujer de parto; porque ahora saldrás de la ciudad, y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá el SEÑOR de la mano de tus enemigos.
Sofonías 3:16-17
En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos.
Lucas 12:32
No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino.
Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido