33 casos

'Hombre de Dios' en la Biblia

Entonces {el rey} envió a él un capitán de cincuenta con sus cincuenta {hombres.} Y {éste} subió a él, y he aquí, {Elías} estaba sentado en la cumbre del monte, y le dijo: Hombre de Dios, el rey dice: ``Desciende."

Respondió Elías y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.

De nuevo envió a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta que {le} habló y le dijo: Hombre de Dios, así dice el rey: ``Desciende inmediatamente."

Y respondió Elías y les dijo: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.

De nuevo {el rey} le envió al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta. Y cuando el tercer capitán de cincuenta subió, vino y se postró de rodillas delante de Elías y le rogó, diciéndole: Hombre de Dios, te ruego que mi vida y la vida de estos cincuenta siervos tuyos sean preciosas ante tus ojos.

Entonces ella fue y se lo contó al hombre de Dios. Y él {le} dijo: Ve, vende el aceite y paga tu deuda, y tú {y} tus hijos podéis vivir de lo que quede.

Entonces él {le} dijo: Por este tiempo, el año que viene, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva.

Entonces ella subió y lo puso sobre la cama del hombre de Dios, cerró {la puerta} detrás de él y salió.

Luego llamó a su marido y {le} dijo: Te ruego que me envíes uno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese.

Y ella fue y llegó al hombre de Dios en el monte Carmelo. Y sucedió que cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a Giezi su criado: He aquí, allá viene la sunamita.

Cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se asió de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: Déjala, porque su alma está angustiada y el SEÑOR me lo ha ocultado y no me lo ha revelado.

Y {lo} sirvieron para que los hombres comieran. Y sucedió que cuando comían el potaje, clamaron y dijeron: ¡Oh hombre de Dios, hay muerte en la olla! Y no pudieron comer.

Y vino un hombre de Baal-salisa y trajo al hombre de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada y espigas de grano nuevo en su bolsa. Y él dijo: Da{los} a la gente para que coman.

Y al oír Eliseo, el hombre de Dios, que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió {aviso} al rey diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga él a mí ahora, y sabrá que hay profeta en Israel.

Entonces él bajó y se sumergió siete veces en el Jordán conforme a la palabra del hombre de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño pequeño, y quedó limpio.

Y regresó al hombre de Dios con toda su compañía, y fue y se puso delante de él, y dijo: He aquí, ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego, pues, que recibas ahora un presente de tu siervo.

Pero Giezi, criado de Eliseo, el hombre de Dios, dijo {para sí:} He aquí, mi señor ha dispensado a este Naamán arameo al no recibir de sus manos lo que él trajo. Vive el SEÑOR que correré tras él y tomaré algo de él.

Entonces el hombre de Dios dijo: ¿Dónde cayó? Y cuando le mostró el lugar, cortó un palo y {lo} echó allí, e hizo flotar el hierro.

Y el hombre de Dios envió {palabra} al rey de Israel, diciendo: Guárdate de no pasar por tal lugar, porque los arameos van a bajar allí.

Entonces el rey de Israel envió {gente} al lugar que el hombre de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo él, se cuidó {de ir} allí, {y esto} no una ni dos veces.

Y cuando el que servía al hombre de Dios se levantó temprano y salió, he aquí que un ejército con caballos y carros rodeaba la ciudad. Y su criado le dijo: ¡Ah, señor mío! ¿Qué haremos?

Y el oficial real en cuyo brazo se apoyaba el rey, respondió al hombre de Dios, y dijo: Mira, aunque el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa? Entonces {Eliseo} dijo: He aquí, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello.

Y el rey puso a cargo de la puerta al oficial real en cuyo brazo se apoyaba; pero el pueblo lo atropelló a la puerta y murió, tal como había dicho el hombre de Dios, el cual habló cuando el rey descendió a él.

Aconteció tal como el hombre de Dios había hablado al rey, cuando dijo: Mañana a estas horas a la puerta de Samaria serán {vendidas} dos medidas de cebada a un siclo y una medida de flor de harina a un siclo.

Y el oficial real, había respondido al hombre de Dios, diciendo: Mira, aunque el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa? Y {Eliseo} dijo: He aquí, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello.

Entonces la mujer se levantó e hizo conforme a la palabra del hombre de Dios, y se fue ella con los de su casa y residió en la tierra de los filisteos siete años.

Y el rey estaba hablando con Giezi, criado del hombre de Dios, diciéndole: Te ruego que me cuentes todas las grandes cosas que ha hecho Eliseo.

Entonces Eliseo fue a Damasco. Y Ben-adad, rey de Aram, estaba enfermo, y le dieron aviso, diciendo: El hombre de Dios ha venido acá.

Y el rey dijo a Hazael: Toma un presente en tu mano y ve al encuentro del hombre de Dios y consulta al SEÑOR por medio de él, diciendo: `` ¿Sanaré de esta enfermedad?"

Y puso rígido su rostro y fijó {sus ojos en él} hasta que se sintió avergonzado, y el hombre de Dios lloró.

Y el hombre de Dios se enojó con él, y dijo: Deberías haber golpeado cinco o seis veces, entonces hubieras herido a Aram hasta exterminar{lo.} Pero ahora herirás a Aram {sólo} tres veces.

Al volverse Josías, vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.

Entonces dijo: ¿Qué monumento es éste que veo? Y los hombres de la ciudad le dijeron: Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel.

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso