39 Versículo de la Biblia sobre Desgarro de ropa

Versículos Más Relevantes

2 Samuel 1:11-12

Entonces David trabando de sus vestidos, rompiólos; y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él. Y lloraron y lamentaron, y ayunaron hasta la tarde, por Saúl y por Jonathán su hijo, y por el pueblo de Jehová, y por la casa de Israel: porque habían caído á cuchillo.

2 Samuel 13:30-31

Y estando aún ellos en el camino, llegó á David el rumor que decía: Absalom ha muerto á todos los hijos del rey, que ninguno de ellos ha quedado. Entonces levantándose David, rasgó sus vestidos, y echóse en tierra, y todos sus criados, rasgados sus vestidos, estaban delante.

2 Reyes 2:11-12

Y aconteció que, yendo ellos hablando, he aquí, un carro de fuego con caballos de fuego apartó á los dos: y Elías subió al cielo en un torbellino. Y viéndolo Eliseo, clamaba: ­Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de á caballo! Y nunca más le vió, y trabando de sus vestidos, rompiólos en dos partes.

Job 2:12

Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron á voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.

2 Samuel 3:31-32

Entonces dijo David á Joab, y á todo el pueblo que con él estaba: Romped vuestros vestidos, y ceñíos de sacos, y haced duelo delante de Abner. Y el rey iba detrás del féretro. Y sepultaron á Abner en Hebrón: y alzando el rey su voz, lloró junto al sepulcro de Abner; y lloró también todo el pueblo.

Levítico 21:10-12

Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fué derramado el aceite de la unción, y que hinchió su mano para vestir las vestimentas, no descubrirá su cabeza, ni romperá sus vestidos: Ni entrará donde haya alguna persona muerta, ni por su padre, ó por su madre se contaminará. Ni saldrá del santuario, ni contaminará el santuario de su Dios; porque la corona del aceite de la unción de su Dios está sobre él: Yo Jehová.

Levítico 10:1-7

Y LOS hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová que los quemó, y murieron delante de Jehová. Entonces dijo Moisés á Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En mis allegados me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.Leer más.
Y llamó Moisés á Misael, y á Elzaphán, hijos de Uzziel, tío de Aarón, y díjoles: Llegaos y sacad á vuestros hermanos de delante del santuario fuera del campo. Y ellos llegaron, y sacáronlos con sus túnicas fuera del campo, como dijo Moisés. Entonces Moisés dijo á Aarón, y á Eleazar y á Ithamar, sus hijos: No descubráis vuestras cabezas, ni rasguéis vuestros vestidos, porque no muráis, ni se levante la ira sobre toda la congregación: empero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, lamentará Ni saldréis de la puerta del tabernáculo del testimonio, porque moriréis; por cuanto el aceite de la unción de Jehová está sobre vosotros. Y ellos hicieron conforme al dicho de Moisés.

Jueces 11:34-35

Y volviendo Jephté á Mizpa á su casa, he aquí que su hija le salió á recibir con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo ni hija. Y como él la vió, rompió sus vestidos diciendo: ­Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen: porque yo he abierto mi boca á Jehová, y no podré retractarme.

Génesis 37:29

Y Rubén volvió á la cisterna, y no halló á José dentro, y rasgó sus vestidos.

Génesis 44:12-13

Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fué hallada en el costal de Benjamín. Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron á la ciudad.

Números 14:1-9

ENTONCES toda la congregación alzaron grita, y dieron voces: y el pueblo lloró aquella noche. Y quejáronse contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y díjoles toda la multitud: ­Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; ó en este desierto ojalá muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová á esta tierra para caer á cuchillo y que nuestras mujeres y nuestros chiquitos sean por presa? ¿no nos sería mejor volvernos á Egipto?Leer más.
Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámonos á Egipto. Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel. Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos; Y hablaron á toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de aquesta tierra, porque nuestro pan son: su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová: no los temáis.

Josué 7:3-6

Y volviendo á Josué, dijéronle: No suba todo el pueblo, mas suban como dos mil ó como tres mil hombre, y tomarán á Hai: no fatigues á todo el pueblo allí, porque son pocos. Y subieron allá del pueblo como tres mil hombres, los cuales huyeron delante de los de Hai. Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombre, y siguiéronlos desde la puerta hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada: por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino á ser como agua.Leer más.
Entonces Josué rompió sus vestidos, y postróse en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

2 Reyes 6:26-30

Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dió voces, y dijo: Salva, rey señor mío. Y él dijo: Si no te salva Jehová, ¿de dónde te tengo de salvar yo? ¿del alfolí, ó del lagar? Y díjole el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío.Leer más.
Cocimos pues mi hijo, y le comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido su hijo. Y como el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestidos, y pasó así por el muro: y llegó á ver el pueblo el saco que traía interiormente sobre su carne.

Isaías 36:13-37

Púsose luego en pie Rabsaces, y gritó á grande voz en lengua judáica, diciendo: Oid las palabras del gran rey, el rey de Asiria. El rey dice así: No os engañe Ezechîas, porque no os podrá librar. Ni os haga Ezechîas confiar en Jehová, diciendo: Ciertamente Jehová nos librará: no será entregada esta ciudad en manos del rey de Asiria.Leer más.
No escuchéis á Ezechîas: porque el rey de Asiria dice así: Haced conmigo paz, y salid á mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo; Hasta que yo venga y os lleve á una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas. Mirad no os engañe Ezechîas diciendo: Jehová nos librará. ¿Libraron los dioses de las gentes cada uno á su tierra de la mano del rey de Asiria? ¿Dónde está el dios de Hamath y de Arphad? ¿dónde está el dios de Sepharvaim? ¿libraron á Samaria de mi mano? ¿Qué dios hay entre los dioses de estas tierras, que haya librado su tierra de mi mano, para que Jehová libre de mi mano á Jerusalem? Mas callaron, y no le respondieron palabra; porque el rey así lo había mandado, diciendo: No le respondáis. Entonces Eliacim hijo de Hilcías mayordormo, y Sebna escriba, y Joah hijo de Asaph canciller, vinieron á Ezechîas rotos sus vestidos, y contáronle las palabras de Rabsaces. ACONTECIO pues, que el rey Ezechîas, oído esto, rasgó sus vestidos, y cubierto de saco vino á la casa de Jehová. Y envió á Eliacim mayordomo, y á Sebna escriba, y á los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de sacos, á Isaías profeta, hijo de Amoz. Los cuales le dijeron: Ezechîas dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día: porque los hijos han llegado hasta la rotura, y no hay fuerza en la que pare. Quizá oirá Jehová tu Dios las palabras de Rabsaces, al cual envió el rey de Asiria su señor á blasfemar al Dios vivo, y á reprender con las palabras que oyó Jehová tu Dios: alza pues oración tú por las reliquias que aun han quedado. Vinieron pues los siervos de Ezechîas á Isaías. Y díjoles Isaías: Diréis así á vuestro señor: Así dice Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han blasfemado los siervos del rey de Asiria. He aquí que yo doy en él un espíritu, y oirá un rumor, y volveráse á su tierra: y yo haré que en su tierra caiga á cuchillo. Vuelto pues Rabsaces, halló al rey de Asiria que batía á Libna; porque ya había oído que se había apartado de Lachîs. Mas oyendo decir de Tirhakah rey de Etiopía: He aquí que ha salido para hacerte guerra: en oyéndolo, envió mensajeros á Ezechîas, diciendo: Diréis así á Ezechîas rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: Jerusalem no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí que tú oiste lo que hicieron los reyes de Asiria á todas las tierras, que las destruyeron; ¿y escaparás tú? ¿Libraron los dioses de las gentes á los que destruyeron mis antepasados, á Gozán, y Harán, Rezeph, y á los hijos de Edén que moraban en Thelasar? ¿Dónde está el rey de Amath, y el rey de Arphad, el rey de la ciudad de Sepharvaim, de Henah, y de Hivah? Y tomó Ezechîas las cartas de mano de los mensajeros, y leyólas; y subió á la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezechîas oró á Jehová, diciendo:

Hechos 14:8-18

Y un hombre de Listra, impotente de los pies, estaba sentado, cojo desde el vientre de su madre, que jamás había andado. Este oyó hablar á Pablo; el cual, como puso los ojos en él, y vió que tenía fe para ser sano, Dijo á gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y saltó, y anduvo.Leer más.
Entonces las gentes, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses semejantes á hombres han descendido á nosotros. Y á Bernabé llamaban Júpiter, y á Pablo, Mercurio, porque era el que llevaba la palabra. Y el sacerdote de Júpiter, que estaba delante de la ciudad de ellos, trayendo toros y guirnaldas delante de las puertas, quería con el pueblo sacrificar. Y como lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rotas sus ropas, se lanzaron al gentío, dando voces, Y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes á vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y la mar, y todo lo que está en ellos: El cual en las edades pasadas ha dejado á todas las gentes andar en sus caminos; Si bien no se dejó á sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, hinchiendo de mantenimiento y de alegría nuestros corazones. Y diciendo estas cosas, apenas apaciguaron el pueblo, para que no les ofreciesen sacrificio.

1 Reyes 21:20-27

Y Achâb dijo á Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Hete encontrado, porque te has vendido á mal hacer delante de Jehová. He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad, y talaré de Achâb todo meante á la pared, al guardado y al desamparado en Israel: Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahía; por la provocación con que me provocaste á ira, y con que has hecho pecar á Israel.Leer más.
De Jezabel también ha hablado Jehová, diciendo: Los perros comerán á Jezabel en la barbacana de Jezreel. El que de Achâb fuere muerto en la ciudad, perros le comerán: y el que fuere muerto en el campo, comerlo han las aves del cielo. (A la verdad ninguno fué como Achâb, que se vendiese á hacer lo malo á los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba. El fué en grande manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme á todo lo que hicieron los Amorrheos, á los cuales lanzó Jehová delante de los hijos de Israel.) Y acaeció cuando Achâb oyó estas palabras, que rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y durmió en saco, y anduvo humillado.

Jeremías 36:21-24

Y envió el rey á Jehudí á que tomase el rollo, el cual lo tomó de la cámara de Elisama secretario, y leyó en él Jehudí en oídos del rey, y en oídos de todos los príncipes que junto al rey estaban. Y el rey estaba en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él; Y fué que, como Jehudí hubo leído tres ó cuatro planas, rasgólo con un cuchillo de escribanía, y echólo en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había.Leer más.
Y no tuvieron temor, ni rasgaron sus vestidos, el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras.

Joel 2:12-14

Por eso pues ahora, dice Jehová, convertíos á mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto. Y lacerad vuestro corazón, y no vuestros vestidos; y convertíos á Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira, y grande en misericordia, y que se arrepiente del castigo. ¿Quién sabe si volverá, y se apiadará, y dejará bendición tras de él, presente y libación para Jehová Dios vuestro?

Mateo 26:63-65

Mas Jesús callaba. Respondiendo el pontífice, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios. Jesús le dijo: Tú lo has dicho: y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo de los hombres sentado á la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo. Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.

Marcos 14:61-63

Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió á preguntar, y le dice: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado á la diestra de la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestidos, dijo: ¿Qué más tenemos necesidad de testigos?

Levítico 13:53-58

Y si el sacerdote mirare, y no pareciere que la plaga se haya extendido en el vestido, ó estambre, ó en la trama, ó en cualquiera obra de pieles; Entonces el sacerdote mandará que laven donde está la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días. Y el sacerdote mirará después que la plaga fuere lavada; y si pareciere que la plaga no ha mudado su aspecto, bien que no haya cundido la plaga, inmunda es; la quemarás al fuego; corrosión es penetrante, esté lo raído en la haz ó en el revés de aquella coLeer más.
Mas si el sacerdote la viere, y pareciere que la plaga se ha oscurecido después que fué lavada, la cortará del vestido, ó de la piel, ó del estambre, ó de la trama. Y si apareciere más en el vestido, ó estambre, ó trama, ó en cualquiera cosa de pieles, reverdeciendo en ella, quemarás al fuego aquello donde estuviere la plaga. Empero el vestido, ó estambre, ó trama, ó cualquiera cosa de piel que lavares, y que se le quitare la plaga, lavarse ha segunda vez, y entonces será limpia.

1 Samuel 15:27-28

Y volviéndose Samuel para irse, él echó mano de la orla de su capa, y desgarróse. Entonces Samuel le dijo: Jehová ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado á tu prójimo mejor que tú.

Génesis 44:13

Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y volvieron á la ciudad.

Números 14:6

Y Josué hijo de Nun, y Caleb hijo de Jephone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos;

Josué 7:6

Entonces Josué rompió sus vestidos, y postróse en tierra sobre su rostro delante del arca de Jehová hasta la tarde, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

Jueces 11:35

Y como él la vió, rompió sus vestidos diciendo: ­Ay, hija mía! de verdad me has abatido, y tú eres de los que me afligen: porque yo he abierto mi boca á Jehová, y no podré retractarme.

2 Samuel 13:19

Entonces Thamar tomó ceniza, y esparcióla sobre su cabeza, y rasgó su ropa de colores de que estaba vestida, y puestas sus manos sobre su cabeza, fuése gritando.

1 Reyes 21:27

Y acaeció cuando Achâb oyó estas palabras, que rasgó sus vestidos, y puso saco sobre su carne, y ayunó, y durmió en saco, y anduvo humillado.

2 Reyes 2:12

Y viéndolo Eliseo, clamaba: ­Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de á caballo! Y nunca más le vió, y trabando de sus vestidos, rompiólos en dos partes.

2 Reyes 5:8

Y como Eliseo, varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió á decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora á mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

2 Reyes 18:37

Entonces Eliacim hijo de Hilcías, que era mayordomo, y Sebna el escriba, y Joah hijo de Asaph, canciller, vinieron á Ezechîas, rotos sus vestidos, y recitáronle las palabras de Rabsaces.

2 Crónicas 34:19

Y luego que el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos;

Esdras 9:5

Y al sacrificio de la tarde levantéme de mi aflicción; y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, postréme de rodillas, y extendí mis palmas á Jehová mi Dios,

Ester 4:1

LUEGO que supo Mardochêo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, y vistióse de saco y de ceniza, y fuése por medio de la ciudad clamando con grande y amargo clamor.

Jeremías 41:5

Que venían unos hombres de Sichêm y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y arañados y traían en sus manos ofrenda y perfume para llevar á la casa de Jehová.

Mateo 26:65

Entonces el pontífice rasgó sus vestidos, diciendo: Blasfemado ha: ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.

Hechos 14:14

Y como lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rotas sus ropas, se lanzaron al gentío, dando voces,

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