Tú que moras en el Líbano, anidada en los cedros, ¿cómo gemirás cuando te vengan los dolores, dolor como de mujer de parto!

Vivo yo --declara el SEÑOR-- aunque Conías, hijo de Joacim, rey de Judá, fuera un anillo en mi mano derecha, aun de allí lo arrancaría.

Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, sí, en manos de los que temes: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos.

Te arrojaré a ti y a la madre que te dio a luz a otro país donde no nacisteis, y allí moriréis.

¿Es acaso este hombre Conías una vasija despreciada y rota? ¿Es un objeto indeseable? ¿Por qué han sido arrojados él y sus descendientes y echados a una tierra que no conocían?

Así dice el SEÑOR: ``Inscribid a este hombre {como} sin hijos, hombre que no prosperará en sus días; porque ninguno de sus descendientes logrará sentarse sobre el trono de David ni gobernar de nuevo en Judá."

Ay del que edifica su casa sin justicia y sus aposentos altos sin derecho, que a su prójimo hace trabajar de balde y no le da su salario.

Pero a la tierra a la cual con toda el alma anhelan volver, a ella no volverán.

``Así dice el SEÑOR: `Practicad el derecho y la justicia, y librad al despojado de manos de {su} opresor. Tampoco maltratéis {ni} hagáis violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

¿Oh tierra, tierra, tierra!, oye la palabra del SEÑOR.

Defendió la causa del pobre y del necesitado; entonces {le} fue bien. ¿No es esto conocerme? --declara el SEÑOR.

Así dice el SEÑOR: Desciende a la casa del rey de Judá y habla allí esta palabra,

Por tanto, así dice el SEÑOR acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: No llorarán por él: `` ¿Ay, hermano mío!" o `` ¿Ay, hermana!" No llorarán por él: `` ¿Ay, señor!" o `` ¿Ay, su gloria!"

Porque así dice el SEÑOR acerca de Salum, hijo de Josías, rey de Judá, que reinó en lugar de su padre Josías, {y} que salió de este lugar: Nunca más volverá aquí;

No lloréis por el muerto ni hagáis duelo por él, llorad amargamente por el que se va, porque jamás volverá ni verá su tierra natal.

y di: ``Escucha la palabra del SEÑOR, oh rey de Judá, que te sientas sobre el trono de David, tú, tus siervos y tu pueblo, los que entran por estas puertas.

¿Acaso te harás rey porque compites en cedro? ¿No comió y bebió tu padre y practicó el derecho y la justicia? Por eso le fue bien.

Mas tus ojos y tu corazón sólo están para tu propia ganancia, para derramar sangre inocente, y para practicar la opresión y la violencia.

El que dice: ``Me edificaré una casa espaciosa con amplios aposentos altos"; y le abre ventanas, {la} recubre de cedro y {la} pinta de rojo.

A todos tus pastores arrasará el viento, y tus amantes irán al cautiverio; entonces ciertamente serás avergonzada y humillada a causa de toda tu maldad.

`Porque si en verdad observáis este mandato, entonces entrarán reyes por las puertas de esta casa, y se sentarán en el lugar de David, en su trono; {entrarán} montados en carros y caballos, el rey, sus siervos y su pueblo.

`Pero si no obedecéis estas palabras, juro por mí mismo' --declara el SEÑOR-- `que esta casa vendrá a ser una desolación.'"

Sube al Líbano y clama, y da voces en Basán; clama también desde Abarim, porque han sido destruidos todos tus amantes.

Designaré contra ti destructores, cada uno con sus armas, y cortarán tus cedros más selectos y {los} echarán al fuego.

Porque así dice el SEÑOR acerca de la casa del rey de Judá: {Como} Galaad eres para mí, {como} la cumbre del Líbano; pero ciertamente te convertiré en un desierto, como ciudades deshabitadas.

Entonces responderán: ``Porque abandonaron el pacto del SEÑOR su Dios, y se postraron ante otros dioses y les sirvieron."

Con entierro de asno, será enterrado: arrastrado y tirado fuera de las puertas de Jerusalén.

Te hablé en tu prosperidad, pero dijiste: ``No escucharé." Esta ha sido tu costumbre desde tu juventud, que nunca has escuchado mi voz.

Pasarán muchas naciones junto a esta ciudad, y dirá cada cual a su prójimo: `` ¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta gran ciudad?"

sino que en el lugar adonde lo llevaron cautivo, allí morirá, y no verá más esta tierra.