40 Versículo de la Biblia sobre Aceptación divina
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Así dijo el SEÑOR a este pueblo: Así amaron moverse, ni detuvieron sus pies; por tanto, el SEÑOR no los tiene en su voluntad; ahora se acordará de la iniquidad de ellos, y visitará su pecado. Y me dijo el SEÑOR: No ruegues por este pueblo para bien. Cuando ayunaren, yo no oiré su clamor, y cuando ofrecieren holocausto y ofrenda, no lo aceptaré; antes los consumiré con espada, y con hambre, y con pestilencia.
Y si se comiere de la carne de su sacrificio de paz al tercer día, el que lo ofreciere no será acepto, ni le será imputado; abominación será, y la persona que de él comiere llevará su iniquidad.
Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? Dijo el SEÑOR de los ejércitos. Ahora, pues, orad a la faz de Dios, y él tendrá piedad de nosotros; esto de vuestra mano vino, ¿le seréis agradables? Dijo el SEÑOR de los ejércitos. ¿Quién también hay de vosotros que cierre las puertas o atiende el fuego de mi altar de balde? Yo no recibo contentamiento en vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos, ni de vuestra mano me será agradable el presente.
Hacer justicia y juicio es al SEÑOR más agradable que sacrificio.
La religión pura y sin mácula delante del Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Remueva el pecado en mí con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Oye, tierra. He aquí yo traigo mal sobre este pueblo, el fruto de sus pensamientos; porque no escucharon a mis palabras, y aborrecieron mi ley. ¿A qué viene para mí este incienso de Seba, y la buena caña olorosa de tierra lejana? Vuestros holocaustos no son a mi voluntad, ni vuestros sacrificios me dan gusto.
Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré; ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados. Quita de mí la multitud de tus cantares, que no escucharé las salmodias de tus instrumentos.Leer más.
Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis cosa inmunda; y yo os recibiré, y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Apartaos, apartaos; salid de allí; no toquéis cosa inmunda. Salid de en medio de ella; sed limpios los que lleváis los vasos del SEÑOR.
Así que, ofrezcamos por medio de él a Dios siempre sacrificio de alabanza, es a saber, fruto de labios que confiesen su Nombre.
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con gritos de alegría; y él dará al hombre el pago de su justicia.
Te ruego, oh SEÑOR, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca; y enséñame tus juicios.
Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, reconcíliame, pecador. Os digo que éste descendió a su casa más justificado que el otro; porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
Porque en el monte de mi Santidad, en el alto monte de Israel, dijo el Señor DIOS, allí me servirá toda la Casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los querré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. Con su olor de suavidad os aceptaré, cuando os hubiere sacado de entre los pueblos, y os hubiere juntado de las tierras en que estáis esparcidos; y seré santificado en vosotros en los ojos de los gentiles.
Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Cierto que si bien hicieres, será acepto; y si no hicieres bien, a las puertas duerme el pecado, y a ti será su deseo, mas tú debes enseñorearte de él.
Y acabados estos días, al octavo día, y en adelante, sacrificarán los sacerdotes sobre el altar vuestros holocaustos y vuestros pacíficos; y me seréis aceptos, dijo el Señor DIOS.
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Y estará sobre la frente de Aarón; y Aarón llevará la iniquidad de las santificaciones, que los hijos de Israel santificaren en todas las ofrendas de sus santificaciones; y sobre su frente estará continuamente para que hallen gracia delante del SEÑOR.
El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
porque el Señor al que ama castiga, y azota a cualquiera que recibe por hijo.
Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el Reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Por ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles sea agradable, santificada por el Espíritu Santo.
Y a los hijos de los extranjeros, que se allegaren al SEÑOR, para ministrarle, y que amaren el nombre del SEÑOR, para ser sus siervos; todos los que guardaren el Sábado de contaminarlo, y abrazaren mi Pacto, yo los llevaré al monte de mi santidad; y los recrearé en la Casa de mi oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi Casa, Casa de oración será llamada de todos los pueblos.
Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: En verdad hallo que Dios no hace acepción de personas; sino que en cualquier nación el que le teme y obra justicia, es acepto a él.
Reconcilia a tu pueblo Israel, al cual rescataste, oh SEÑOR; y no imputes la sangre inocente derramada en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.
de vuestra libre voluntad ofreceréis macho sin defecto de entre las vacas, de entre los corderos, o de entre las cabras. Ninguna cosa en que haya falta ofreceréis, porque no será acepto por vosotros. Asimismo, cuando alguno ofreciere sacrificio de paz al SEÑOR para presentar voto, u ofreciendo voluntariamente, de vacas o de ovejas enteros, sin tacha será acepto.
Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su libre voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo del testimonio delante del SEÑOR. Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto; y él lo aceptará para reconciliarle.
Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata; y ofrecerán al SEÑOR Presente con justicia. Y será suave al SEÑOR el Presente de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.
Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto, agradable a Dios.
Así que, tomando el Reino inmóvil, retengamos la gracia por la cual sirvamos a Dios, agradándole con temor y reverencia.
Y, del hacer bien y de la confraternidad no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio; y lo darás a los levitas, a cada uno conforme a su ministerio.
Y Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de ellos, todos vasos labrados. Y todo el oro de la ofrenda que ofrecieron al SEÑOR de los tribunos y centuriones, fue dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Porque los varones del ejército habían tomado botín cada uno para sí.)Leer más.
Recibieron, pues, Moisés y el sacerdote Eleazar, el oro de los tribunos y centuriones, y lo trajeron al tabernáculo del testimonio, por memoria de los hijos de Israel delante del SEÑOR.
Y Samuel dijo: ¿Tiene el SEÑOR tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en oír la palabra del SEÑOR? Ciertamente el oír es mejor que los sacrificios; y el escuchar que el sebo de los carneros.
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; solamente porque recibiré a él no os trataré según su locura, por cuanto no habéis hablado por mí con rectitud, como mi siervo Job. Fueron pues Elifaz temanita, y Bildad suhita, y Zofar naamatita, e hicieron como el SEÑOR les mandó; y el SEÑOR recibió a Job.