48 Versículos de la Biblia sobre Auto lástima

Versículos Más Relevantes

Éxodo 16:3

Y les decían los hijos de Israel: Mejor hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de las carnes, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a toda esta multitud.

Éxodo 14:10-12

Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí los egipcios que venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir en el desierto.

Éxodo 17:3

Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?

Números 11:4-6

Y la multitud de raza mixta que había entre ellos tuvo un vivo deseo, y los hijos de Israel también volvieron a llorar y dijeron: ¡Quién nos diera a comer carne! Nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos, y de los melones, y de las verduras, y de las cebollas, y de los ajos. Y ahora nuestra alma se seca; que nada sino maná ven nuestros ojos.

Números 14:1-4

Entonces toda la congregación gritó y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y toda la congregación les dijo: ¡Mejor hubiésemos muerto en la tierra de Egipto; mejor hubiésemos muerto en este desierto! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada y que nuestras esposas y nuestros chiquitos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto?Leer más.
Y decían el uno al otro: Hagamos un capitán, y volvámonos a Egipto.

Deuteronomio 1:26-28

Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios; y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque Jehová nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto, para entregarnos en manos del amorreo y destruirnos. ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.

1 Corintios 10:10-11

Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido.

Job 6:1-13

Y respondió Job y dijo: ¡Oh, que pudiesen pesar justamente mi sufrimiento, y lo pusiesen en balanza junto con mi calamidad! Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por tanto, mis palabras han sido precipitadas.Leer más.
Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, cuyo veneno bebe mi espíritu; y terrores de Dios me combaten. ¿Acaso gime el asno montés junto a la hierba? ¿Muge el buey junto a su pasto? ¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? Las cosas que mi alma no quería tocar, son ahora mi triste alimento. ¡Quién me diera que viniese mi petición, y que me otorgase Dios lo que anhelo; y que agradara a Dios destruirme; que desatara su mano, y acabara conmigo! Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo. ¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida? ¿Es mi fuerza la de las piedras, o es mi carne de bronce? ¿No me ayudo a mí mismo, y el poder me falta del todo?

Job 10:1

Mi alma está hastiada de mi vida: Daré yo rienda suelta a mi queja sobre mí, hablaré en la amargura de mi alma.

Job 3:1-26

Después de esto abrió Job su boca, y maldijo su día. Y exclamó Job, y dijo: Perezca el día en que yo nací, y la noche en que se dijo: Varón es concebido.Leer más.
Sea aquel día sombrío, y no cuide de él Dios desde arriba, ni claridad sobre él resplandezca. Aféenlo tinieblas y sombra de muerte; repose sobre él nublado, que lo haga horrible como día caliginoso. Ocupe la oscuridad aquella noche; no sea contada entre los días del año, ni venga en el número de los meses. ¡Oh que fuera aquella noche solitaria, que no viniera canción alguna en ella! Maldíganla los que maldicen el día, los que se aprestan para levantar su llanto. Oscurézcanse las estrellas de su alba; espere la luz, y no venga, ni vea los párpados de la mañana: Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria. ¿Por qué no morí yo en la matriz, o entregué el espíritu al salir del vientre? ¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y para qué los pechos para que mamase? Pues ahora yacería yo, y reposaría; dormiría, y entonces tendría reposo, con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí lugares desolados; o con los príncipes que poseían el oro, que llenaban sus casas de plata. O ¿por qué no fui escondido como abortado, como los pequeñitos que nunca vieron la luz? Allí los impíos dejan de perturbar, y allí descansan los de agotadas fuerzas. Allí reposan juntos los cautivos; no oyen la voz del opresor. Allí están el chico y el grande; y el siervo es libre de su señor. ¿Para qué se da luz al trabajado, y vida al amargado de alma, que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados; que se alegran sobremanera, y se gozan, cuando hallan el sepulcro? ¿Para qué se da luz al hombre que no sabe por dónde va, y al cual Dios ha acorralado? Pues antes que mi pan viene mi suspiro; y mis gemidos corren como aguas. Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía. No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; no obstante me vino turbación.

Job 12:1-6

Y respondió Job, y dijo: Ciertamente vosotros sois el pueblo; y con vosotros morirá la sabiduría. También tengo yo entendimiento como vosotros; no soy yo menos que vosotros: ¿Y quién habrá que no pueda decir otro tanto?Leer más.
Yo soy uno de quien su amigo se mofa, que invoca a Dios, y Él le responde; con todo, el justo y perfecto es escarnecido. Aquel cuyos pies van a resbalar, es como una lámpara despreciada de aquel que está a sus anchas. Prosperan las tiendas de los ladrones, y los que provocan a Dios viven seguros; en cuyas manos Él ha puesto cuanto tienen.

Job 16:6-17

Si hablo, mi dolor no cesa; y si dejo de hablar, no se aparta de mí. Pero ahora me ha fatigado: Has tú asolado toda mi compañía. Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.Leer más.
Su furor me despedazó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo. Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos. Me ha entregado Dios al mentiroso, y en las manos de los impíos me hizo estremecer. Próspero estaba, y me desmenuzó; y me arrebató por la cerviz y me despedazó, y me puso por blanco suyo. Me rodearon sus arqueros, partió mis riñones, y no perdonó: Mi hiel derramó por tierra. Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante. Yo cosí cilicio sobre mi piel, y hundí mi cabeza en el polvo. Mi rostro está hinchado con el lloro, y mis párpados entenebrecidos: A pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido mi oración pura.

Job 30:9-31

Y ahora yo soy su canción, y he venido a ser su refrán. Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva. Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió, por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.Leer más.
A la mano derecha se levantaron los jóvenes; Empujaron mis pies, y prepararon contra mí los caminos de su destrucción. Mi senda desbarataron, se aprovecharon de mi quebrantamiento, contra los cuales no hubo ayudador. Vinieron como por portillo ancho, en mi calamidad, se volvieron contra mí. Terrores se han vuelto sobre mí; combatieron como viento mi alma, y mi prosperidad pasó como nube Y ahora mi alma está derramada en mí; días de aflicción se han apoderado de mí. De noche taladra sobre mí mis huesos, y los que me roen no reposan. Con grande fuerza es desfigurada mi vestidura; me ciñe como el cuello de mi túnica. Me derribó en el lodo, y soy semejante al polvo y a la ceniza. Clamo a ti, y no me oyes; me presento, y no me atiendes. Te has vuelto cruel para mí; con el poder de tu mano me persigues. Me levantaste, me hiciste cabalgar sobre el viento, y disolviste mi sustancia. Pues yo sé que me llevarás a la muerte; y a la casa determinada a todo viviente. Sin embargo Él no extenderá su mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando Él los quebrante? ¿No lloré yo al afligido? ¿No se entristeció mi alma sobre el menesteroso? Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, la oscuridad vino. Mis entrañas hierven, y no reposan; días de aflicción me han sobrevenido. Denegrido ando, y no por el sol; me he levantado en la congregación y he clamado. He venido a ser hermano de los dragones, y compañero de los búhos. Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se han quemado del calor. Y se ha vuelto mi arpa en luto, y mi flauta en voz de lamentadores.

Génesis 27:34

Cuando Esaú oyó las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío.

2 Samuel 15:30

Y David subió la cuesta del monte de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que íba con él cubrió cada uno su cabeza y subieron, llorando mientras subían.

2 Reyes 20:2-3

Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró a Jehová, y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.

Isaías 38:2-3

Entonces Ezequías volvió su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová. Y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.

Salmos 73:2-3

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los insensatos, viendo la prosperidad de los impíos.

Salmos 74:1

«Masquil de Asaf» ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué humea tu furor contra las ovejas de tu prado?

Números 11:11-15

Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo engendré yo, para que me digas: Llévalo en tu seno, como lleva la que cría al que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ¿De dónde tomaría yo carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne que comamos.Leer más.
No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, pues es demasiado pesado para mí. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.

Éxodo 5:22-23

Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste? Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú tampoco has librado a tu pueblo.

Éxodo 17:4

Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? de aquí a un poco me apedrearán.

Jeremías 15:10

¡Ay de mí, madre mía, que me has engendrado hombre de contienda y hombre de discordia a toda la tierra! Nunca les di a logro, ni lo tomé de ellos; y todos me maldicen.

Jeremías 20:7-10

Me confundiste, oh Jehová, y fui confundido; más fuerte fuiste que yo, y me venciste; cada día he sido escarnecido; todos se burlan de mí. Porque desde que hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción; porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. Y dije: No me acordaré más de Él, ni hablaré más en su nombre: Pero su palabra fue en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos, traté de sufrirlo, y no pude.Leer más.
Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, y denunciaremos. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza.

Jeremías 45:3

Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora! Porque Jehová ha añadido tristeza a mi dolor; fatigado estoy de mi gemir, y no hallo descanso.

Jonás 4:1-5

Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. Y oró a Jehová, y dijo: Ahora, oh Jehová, ¿no es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me precaví huyendo a Tarsis; porque sabía yo que tú eres Dios clemente y piadoso, tardo en enojarte, y de grande misericordia, y que te arrepientes del mal. Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.Leer más.
Y Jehová le dijo: ¿Haces tú bien en enojarte tanto? Entonces salió Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí un cobertizo, y se sentó debajo de él a la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad.

Salmos 137:1-9

Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sión. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que allí nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos alguno de los cánticos de Sión.Leer más.
¿Cómo cantaremos canción de Jehová en tierra de extraños? Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra olvide su destreza, mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría. Acuérdate, oh Jehová, contra los hijos de Edom en el día de Jerusalén; los cuales decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos. Hija de Babilonia, serás destruida, bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste. Bienaventurado el que tomare y estrellare tus niños contra las piedras.

Lamentaciones 3:1-18

Yo soy el hombre que ha visto aflicción por la vara de su enojo. Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz. Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.Leer más.
Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos. Edificó contra mí, y me cercó de tósigo y de trabajo. Me asentó en oscuridades, como los ya muertos de mucho tiempo. Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho pesadas mis cadenas. Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración. Cercó mis caminos con piedra tajada, torció mis senderos. Como oso que acecha fue para mí, como león en escondrijos. Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó asolado. Su arco entesó, y me puso como blanco a la saeta. Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba. Fui escarnio a todo mi pueblo, canción de ellos todos los días. Me hartó de amarguras, me embriagó de ajenjos. Me quebró los dientes con cascajo, me cubrió de ceniza. Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien. Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza de Jehová.

Apocalipsis 18:9-19

Y llorarán y se lamentarán sobre ella los reyes de la tierra, los cuales han fornicado con ella, y han vivido en deleites, cuando ellos vieren el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad poderosa; porque en una hora vino tu juicio! Y los mercaderes de la tierra llorarán y se lamentarán sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías;Leer más.
mercadería de oro, y plata, y piedras preciosas, y perlas, y lino fino, y púrpura, y seda, y escarlata, y toda madera olorosa, y todo artículo de marfil, y todo artículo de madera preciosa, y de bronce, y de hierro, y de mármol; y canela, y aromas, y ungüentos, e incienso, y vino, y aceite; y flor de harina y trigo, y bestias, y ovejas; y caballos, y carros, y esclavos, y almas de hombres. Y los frutos codiciados de tu alma se han ido de ti; y todas las cosas suntuosas y espléndidas se han ido de ti, y nunca más las hallarás. Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido por ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, que estaba vestida de lino fino y de púrpura y de escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas! Porque en una hora ha sido desolada tanta riqueza. Y todo timonel, y todos los que navegan en barcos, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; porque en una hora ha sido desolada!

Marcos 9:22

Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua para matarle; pero si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros, y ayúdanos.

Lucas 17:13

y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.

Salmos 43:5

¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.

Salmos 73:16-17

Cuando pensé para saber esto; fue duro trabajo para mí, hasta que entré en el santuario de Dios, entonces entendí la postrimería de ellos.

Salmos 3:1-4

«Salmo de David, cuando huía de adelante de Absalón su hijo» ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis enemigos! Muchos se levantan contra mí. Muchos dicen de mi vida: No hay para él salvación en Dios. (Selah) Pero tú, oh Jehová, eres escudo alrededor de mí, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.Leer más.
Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su monte santo. (Selah)

Salmos 13:1-6

«Al Músico principal: Salmo de David» ¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? ¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí? Mira, óyeme, Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;Leer más.
para que no diga mi enemigo: Lo he vencido: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare; mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salvación. Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien.

Salmos 37:1-7

«Salmo de David» No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como el pasto serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán. Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.Leer más.
Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará. Y exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía. Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades.

Salmos 73:23-28

Con todo, yo siempre estuve contigo; Me tomaste de mi mano derecha. Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás en gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.Leer más.
Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la Roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre. Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, se aparta de ti. Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.

Salmos 106:7

Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.

Lamentaciones 3:19-26

Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel. Mi alma aún lo recuerda, y se humilla dentro de mí. Esto traigo a mi memoria, por lo cual tengo esperanza.Leer más.
Es por la misericordia de Jehová que no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto en Él esperaré. Bueno es Jehová a los que en Él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

2 Corintios 6:3-10

No dando a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que el ministerio no sea vituperado; antes, aprobándonos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos;Leer más.
en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido; en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a derecha e izquierda; por honra y por deshonra, por mala fama, y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo.

Santiago 1:2-3

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas pruebas; sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

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Reina Valera Gómez (© 2010)