36 Versículo de la Biblia sobre Zapatos
Versículos Más Relevantes
Y dijo: No te acerques; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás, tierra santa es.
Y David subió la cuesta del monte de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que íba con él cubrió cada uno su cabeza y subieron, llorando mientras subían.
Y pasados cuarenta años, el Ángel del Señor le apareció en el desierto del monte Sinaí, en una llama de fuego en una zarza. Y mirándolo Moisés, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor, diciendo: Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar.Leer más.
Entonces le dijo el Señor: Quita los zapatos de tus pies, porque el lugar en que estás tierra santa es. Ciertamente, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto. A este Moisés, al cual habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez?, a éste envió Dios por príncipe y libertador por mano del Ángel que le apareció en la zarza.
Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare, y dijere: No quiero tomarla, se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano.
Entonces el pariente dijo a Boaz: Tómalo tú. Y se quitó su zapato.
Moab, es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato: Haz júbilo a causa de mí, oh Filistea.
Moab, la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mi zapato; me regocijaré sobre Filistea.
¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de mano de excelente maestro.
Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con vestidura revolcada en sangre; pero esto será para quema, y combustible para el fuego.
Así dice Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos:
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, es más poderoso que yo; cuyo calzado no soy digno de llevar; Él os bautizará con el Espíritu Santo, y con fuego.
Y predicaba, diciendo: Viene tras mí uno que es más poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar encorvado la correa de su calzado.
Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene quien es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado: Él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Él es el que viniendo después de mí, es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado.
Y cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que soy yo? No soy yo Él. Mas, he aquí, viene tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de sus pies.
que desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram;
Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate tus sandalias. Y lo hizo así. Y le dijo: Envuélvete en tu manto, y sígueme.
Hierro y bronce será tu calzado, y como tus días, así será tu fortaleza.
y te vestí de bordado, y te calcé de tejón, y te ceñí de lino, y te vestí de seda.
Aquel día quitará el Señor el atavío de los calzados, las redecillas, las lunetas;
Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová.
En aquel tiempo habló Jehová por Isaías hijo de Amoz, diciendo: Ve, y quita el cilicio de tus lomos, y quita las sandalias de tus pies. Y lo hizo así, andando desnudo y descalzo. Y dijo Jehová: De la manera que anduvo mi siervo Isaías desnudo y descalzo tres años, por señal y pronóstico sobre Egipto y sobre Etiopía;
Reprime el suspirar, no hagas luto de mortuorios; ata tu mitra sobre ti, y pon tus zapatos en tus pies, y no te cubras con rebozo, ni comas pan de hombres.
Y vuestras mitras estarán sobre vuestras cabezas, y vuestros zapatos en vuestros pies; no endecharéis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras maldades, y gemiréis unos con otros.
Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita las sandalias de tus pies; porque el lugar donde estás es santo. Y Josué lo hizo así.
y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestiduras viejas sobre sí; y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso.
Estos odres de vino también los llenamos nuevos; y helos aquí, ya están rotos; también estas nuestras vestiduras y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy largo del camino.
Y yo os he traído cuarenta años por el desierto; vuestra ropa no se ha envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.
para comprar a los pobres por dinero, y a los necesitados por un par de zapatos, y para vender los desechos del trigo?
se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano. Y su nombre será llamado en Israel: La casa del descalzado.
Y en tiempos pasados había esta costumbre en Israel tocante a la redención o contrato, que para confirmar cualquier asunto, uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y éste era el testimonio en Israel. Entonces el pariente dijo a Boaz: Tómalo tú. Y se quitó su zapato.
ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el obrero digno es de su alimento.
No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.
y calzados vuestros pies con el apresto del evangelio de paz.
Pero el padre dijo a sus siervos: Traed la mejor vestidura, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies;