12 Versículos de la Biblia sobre Cisternas

Versículos Más Relevantes

2 Crónicas 26:10

Asimismo edificó torres en el desierto, y abrió muchas cisternas; porque tuvo muchos ganados, así en los valles como en las vegas; y viñas, y labranzas, así en los montes como en el Carmelo; porque era amigo de la agricultura.

2 Reyes 18:31

No oigáis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: Haced conmigo paz, y salid a mí, y cada uno comerá de su vid, y de su higuera, y cada uno beberá las aguas de su pozo;

Isaías 36:16

No escuchéis a Ezequías; porque el rey de Asiria dice así: Haced conmigo paz, y salid a mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo;

Jeremías 14:3

Y sus nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y no hallaron agua; se volvieron con sus vasos vacíos; se avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus cabezas.

Jeremías 38:6-13

Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo echaron en la mazmorra de Malquías hijo de Amelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno. Y oyendo Ebedmelec, hombre etíope, eunuco que estaba en casa del rey, que habían puesto a Jeremías en la mazmorra, y estando sentado el rey a la puerta de Benjamín, Ebedmelec salió de la casa del rey, y habló al rey, diciendo:Leer más.
Mi señor el rey, mal hicieron estos varones en todo lo que han hecho al profeta Jeremías, al cual echaron en la mazmorra; porque allí morirá de hambre, pues no hay más pan en la ciudad. Entonces mandó el rey al mismo Ebedmelec etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y saca al profeta Jeremías de la mazmorra, antes que muera. Y tomó Ebedmelec en su poder hombres, y entró a la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y raídos, y ropas viejas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la mazmorra. Y el etíope Ebedmelec dijo a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas bajo tus sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. De este modo sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron de la mazmorra; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.

Génesis 37:19-24

Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador; Venid, pues, ahora; matémosle y echémosle en un pozo, y diremos: Alguna mala bestia le devoró; y veremos qué será de sus sueños. Y cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos y dijo: No lo matemos.Leer más.
Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en este pozo que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre. Y sucedió que, cuando llegó José a sus hermanos, ellos hicieron desnudar a José su ropa, la ropa de colores que tenía sobre sí; y le tomaron y le echaron en el pozo; pero el pozo estaba vacío, no había agua en él.

Jeremías 41:4-7

Sucedió además, un día después que mató a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún, que venían unos hombres de Siquem y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y arañados y traían en sus manos ofrenda y perfume para llevar a la casa de Jehová. Y de Mizpa les salió al encuentro, llorando, Ismael hijo de Netanías: y aconteció que como los encontró, les dijo: Venid a Gedalías, hijo de Ahicam.Leer más.
Y fue que cuando llegaron al medio de la ciudad, Ismael hijo de Netanías los degolló, y los echó dentro de una cisterna, él y los hombres que con él estaban.

Proverbios 5:15-19

Bebe el agua de tu cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se han de derramar afuera tus fuentes, y tus corrientes de aguas por las calles? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.Leer más.
Sea bendito tu manantial; y alégrate con la esposa de tu juventud. Como cierva amada y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre.

Jeremías 38:6

Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo echaron en la mazmorra de Malquías hijo de Amelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.

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