¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?

¿Y por qué no {decir} (como se nos calumnia, y como algunos afirman que nosotros decimos): Hagamos el mal para que venga el bien? La condenación de los tales es justa.

¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!

Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido.

Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca.

¿De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {El}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;

ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado {como} instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios {como} instrumentos de justicia.

¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno {como} esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?

Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!

Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados,

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano.

Planea la iniquidad en su cama; se obstina en un camino que no es bueno; no aborrece el mal.

de los que se deleitan en hacer el mal, y se regocijan en las perversidades del mal,

¿Ay de los que arrastran la iniquidad con cuerdas de falsedad y el pecado como con coyundas de carretas!

Lava de maldad tu corazón, Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo morarán dentro de ti pensamientos perversos?

Como un pozo mantiene frescas sus aguas, así ella mantiene fresca su maldad. En ella se oyen violencia y destrucción; ante mí hay de continuo enfermedades y heridas.

Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán.

Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo.

El impío es derribado por su maldad, pero el justo tiene un refugio cuando muere.

De sus propias iniquidades será presa el impío, y en los lazos de su pecado quedará atrapado.

Entrad en Betel y pecad, multiplicad en Gilgal las transgresiones; traed vuestros sacrificios cada mañana, vuestros diezmos cada tres días.

{Aunque} se le muestre piedad al impío, no aprende justicia; obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del SEÑOR.

Del pecado de mi pueblo se alimentan, y hacia su iniquidad dirigen sus deseos.

Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.

pero a los que son ambiciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia: ira e indignación.

Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el {hijo} de Beor, quien amó el pago de la iniquidad,