19 Versículo de la Biblia sobre Daños en el cuerpo
Versículos Más Relevantes
Sin embargo, extiende ahora tu mano y toca su hueso y su carne, {verás} si no te maldice en tu {misma} cara.
El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande será la oscuridad!
¿Por qué me he de quitar la carne con mis dientes, y poner mi vida en mis manos?
me sobrevino un espanto, un temblor que hizo estremecer todos mis huesos.
Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, y {sólo} he escapado con la piel de mis dientes.
A causa de la intensidad de mi gemido mis huesos se pegan a la piel.
Puedo contar todos mis huesos. Ellos me miran, me observan;
Desde lo alto El envió fuego que penetró en mis huesos. Ha tendido una red a mis pies, me ha hecho volver atrás, me ha dejado desolada, desfallecida todo el día.
Mi piel se ennegrece sobre mí, y mis huesos se queman por la fiebre.
Porque mis días han sido consumidos en humo, y como brasero han sido quemados mis huesos.
De noche El traspasa mis huesos dentro de mí, y los {dolores} que me corroen no descansan.
Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, ha quebrado mis huesos.
y al final te lamentes, cuando tu carne y tu cuerpo se hayan consumido,
Se vistió de maldición como {si fuera} su manto, y entró como agua en su cuerpo, y como aceite en sus huesos.
Y si diera todos mis bienes para dar de comer {a los pobres,} y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.
llevando siempre en el cuerpo por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Y dada la extraordinaria grandeza de las revelaciones, por esta razón, para impedir que me enalteciera, me fue dada una espina en la carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca.
Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de {nuestra} vida.