28 Versículos de la Biblia sobre Delitos

Versículos Más Relevantes

Deuteronomio 6:1-2

Éstos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que Jehová vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para poseerla: Para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados.

Josué 1:16-18

Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo como estuvo con Moisés. Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente esfuérzate y sé valiente.

2 Samuel 15:7-10

Y al cabo de cuarenta años aconteció que Absalón dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya a Hebrón, a pagar mi voto que he prometido a Jehová: Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gesur en Siria, diciendo: Si Jehová me volviere a Jerusalén, yo serviré a Jehová. Y el rey dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y se fue a Hebrón.Leer más.
Pero Absalón envió espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el sonido de la trompeta, diréis: Absalón reina en Hebrón.

1 Reyes 16:15-18

En el año veintisiete de Asa rey de Judá, comenzó a reinar Zimri, y reinó siete días en Tirsa; y el pueblo estaba acampado contra Gibetón, ciudad de los filisteos. Y el pueblo que estaba acampado oyó decir: Zimri ha conspirado, y ha dado muerte al rey. Entonces aquel mismo día en el campamento, todo Israel puso a Omri, general del ejército, por rey sobre Israel. Y subió Omri de Gibetón, y con él todo Israel, y sitiaron a Tirsa.Leer más.
Y sucedió que cuando Zimri vio que la ciudad era tomada, se metió en el palacio de la casa real, y prendió fuego a la casa sobre sí; y así murió.

2 Reyes 11:1-3

Y Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó, y destruyó toda la simiente real. Pero tomando Josaba hija del rey Joram, hermana de Ocozías, a Joás hijo de Ocozías, lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey, a quienes estaban dando muerte, y lo ocultó de delante de Atalía, a él y a su ama, en la cámara de las camas, y así no lo mataron. Y estuvo con ella escondido en la casa de Jehová seis años: y Atalía fue reina sobre el país.

2 Crónicas 22:10-12

Entonces Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la simiente real de la casa de Judá. Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás hijo de Ocozías, y lo arrebató de entre los hijos del rey, a los cuales mataban, y le guardó a él y a su ama en una recámara. Así lo escondió Josabet, hija del rey Joram, esposa de Joiada el sacerdote (porque ella era hermana de Ocozías), de delante de Atalía, y no lo mataron. Y estuvo con ellos escondido en la casa de Dios seis años. Entre tanto Atalía reinaba en el país.

Hechos 7:58

Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus vestiduras a los pies de un joven que se llamaba Saulo.

Juan 8:3-4

Entonces los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el acto mismo de adulterio;

Mateo 26:59-60

Y los príncipes de los sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a muerte, pero no lo hallaron; aunque muchos testigos falsos venían, pero no lo hallaron. Y a la postre vinieron dos testigos falsos,

Marcos 14:55-56

Y los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a muerte, mas no lo hallaban. Porque muchos decían falso testimonio contra Él; pero sus testimonios no concordaban.

Hechos 6:13

Y pusieron testigos falsos, que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas en contra de este lugar santo y de la ley:

Hechos 25:7

Y cuando éste llegó, le rodearon los judíos que habían venido de Jerusalén, presentando contra Pablo muchas y graves acusaciones, las cuales no podían probar;

Proverbios 1:10-19

Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Si dijeren: Ven con nosotros, pongamos asechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; los tragaremos vivos como el sepulcro, y enteros, como los que caen al abismo.Leer más.
Hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos; echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una sola bolsa. Hijo mío, no andes en camino con ellos; aparta tu pie de sus veredas; porque sus pies correrán hacia el mal, e irán presurosos a derramar sangre. Porque en vano se tenderá la red ante los ojos de toda ave; mas ellos a su propia sangre ponen asechanzas, y a sus propias vidas tienden lazo. Tales son las sendas de todo el que es dado a la codicia, la cual quita la vida de sus poseedores.

Proverbios 5:1-23

Hijo mío, está atento a mi sabiduría, y a mi inteligencia inclina tu oído; para que guardes consejo, y tus labios conserven el conocimiento. Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite;Leer más.
pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al infierno. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida. Ahora pues, hijos, oídme, y no os apartéis de las razones de mi boca. Aleja de ella tu camino, y no te acerques a la puerta de su casa; para que no des a los extraños tu honor, y tus años al cruel; para que los extraños no se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño; y gimas en tus postrimerías, cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo, y digas: ¡Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión; y no oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído! Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación. Bebe el agua de tu cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se han de derramar afuera tus fuentes, y tus corrientes de aguas por las calles? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial; y alégrate con la esposa de tu juventud. Como cierva amada y graciosa gacela, sus pechos te satisfagan en todo tiempo; y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña? Pues que los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y Él considera todas sus veredas. Prenderán al impío sus propias iniquidades, y detenido será con las cuerdas de su pecado; él morirá por falta de corrección; y errará por la grandeza de su locura.

Proverbios 6:20-29

Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre: Átalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello. Te guiarán cuando anduvieres; cuando durmieres, te guardarán; hablarán contigo cuando despertares.Leer más.
Porque el mandamiento es antorcha, y la enseñanza es luz; y camino de vida las reprensiones de la instrucción; para que te guarden de la mala mujer, de la blandura de la lengua de la mujer extraña. No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre es reducido a un bocado de pan; y la mujer adúltera caza la preciosa alma del varón. ¿Tomará el hombre fuego en su seno, sin que su vestidura se queme? ¿Andará el hombre sobre brasas, sin que se quemen sus pies? Así el que entrare a la esposa de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.

Proverbios 7:6-27

Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía, vi entre los simples, consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento, el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,Leer más.
Al atardecer, ya que anochecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche. Y he aquí, una mujer le sale al encuentro, con atavío de ramera y astuta de corazón, alborotadora y rencillosa, sus pies no pueden estar en casa; unas veces está afuera, otras veces en las plazas, acechando por todas las esquinas. Y trabó de él, y lo besó; y con descaro le dijo: Sacrificios de paz había prometido; hoy he pagado mis votos; por tanto, he salido a encontrarte, buscando diligentemente tu rostro, y te he hallado. Con adornos he ataviado mi cama, recamados con cordoncillo de Egipto. He perfumado mi cámara con mirra, áloes y canela. Ven, embriaguémonos de amores hasta la mañana; alegrémonos en amores. Porque mi marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje; la bolsa de dinero llevó en su mano; el día señalado volverá a su casa. Lo rindió con sus muchas palabras suaves, lo sedujo con la zalamería de sus labios. Se fue en pos de ella luego, como va el buey al degolladero, o como el necio a las prisiones para ser castigado; como el ave que se apresura a la red, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasa su hígado. Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las palabras de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos; y aun los hombres más fuertes han sido muertos por ella. Camino al infierno es su casa, que desciende a las cámaras de la muerte.

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Reina Valera Gómez (© 2010)