48 Versículos de la Biblia sobre Dios, Majestad de

Versículos Más Relevantes

Hebreos 8:1

Así que, la suma de lo que hemos dicho es: Tenemos tal Sumo Sacerdote el cual está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;

Salmos 24:10

¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de gloria. (Selah)

Hebreos 1:3-4

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto más superior que los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

1 Crónicas 29:11

Tuya es, oh Jehová, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres exaltado por cabeza sobre todos.

Salmos 145:12

para dar a conocer sus proezas a los hijos de los hombres, y la gloriosa majestad de su reino.

Job 37:22

viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible.

Salmos 104:1

Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia.

Salmos 145:5

Hablaré de la gloriosa magnificencia de tu majestad, y de tus maravillosos hechos.

Isaías 24:14

Éstos alzarán su voz, cantarán gozosos en la grandeza de Jehová, desde el mar darán voces.

Isaías 26:10

Aunque se le muestre piedad al impío, no aprenderá justicia; en tierra de rectitud hará iniquidad, y no mirará a la majestad de Jehová.

Éxodo 15:6-7

Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti: Enviaste tu furor; los consumió como a hojarasca.

Deuteronomio 9:26

Y oré a Jehová, diciendo: Oh Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza, que sacaste de Egipto con mano fuerte.

Deuteronomio 11:2-3

Y comprended hoy: porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte, y su brazo extendido, y sus señales, y sus obras que hizo en medio de Egipto a Faraón, rey de Egipto, y a toda su tierra;

2 Crónicas 20:6

y dijo: Oh Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y señoreas sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?

Lucas 9:43

Y todos estaban maravillados de la grandeza de Dios. Y admirándose todos de todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos:

Salmos 8:1

«Al Músico principal: sobre Gitit: Salmo de David» Oh Jehová, Señor nuestro, ¡cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu gloria sobre los cielos!

Salmos 8:9

Oh Jehová, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Job 37:4

Después del estruendo ruge su voz, truena Él con la voz de su majestad; y aunque sea oída su voz, no los detiene.

Isaías 30:30

Y Jehová hará oír su voz gloriosa, y hará ver el descargar de su brazo, con la indignación de su ira, y llama de fuego consumidor; con tormenta, tempestad y piedra de granizo.

1 Crónicas 16:27

Gloria y hermosura hay en su presencia; fortaleza y alegría en su morada.

Salmos 96:6

Honor y majestad delante de Él; Poder y gloria hay en su santuario.

2 Pedro 1:16-17

Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas artificiosas; sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Porque Él recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando le fue enviada desde la magnífica gloria una gran voz que decía: Éste es mi Hijo amado, en el cual tengo contentamiento.

Miqueas 5:4

Y Él estará, y apacentará con el poder de Jehová, con la majestad del nombre de Jehová su Dios; y permanecerán; porque ahora Él será engrandecido hasta los fines de la tierra.

Salmos 21:5

Grande es su gloria en tu salvación; honra y majestad has puesto sobre él.

Salmos 45:3-4

Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad. Y en tu gloria sé prosperado: Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles.

Salmos 110:2-3

Jehová enviará desde Sión la vara de tu poder: Domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo estará dispuesto en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, tienes tú el rocío de tu juventud.

Salmos 68:34-35

Atribuid fortaleza a Dios; sobre Israel es su magnificencia, y su poder está en los cielos. Terrible eres, oh Dios, desde tus santuarios: El Dios de Israel, Él da fortaleza y vigor a su pueblo. Bendito Dios.

Deuteronomio 33:26-27

No hay como el Dios de Jesurún, que cabalga sobre los cielos para tu ayuda, y sobre las nubes en su majestad. El eterno Dios es tu refugio y acá abajo los brazos eternos; Él echará de delante de ti al enemigo, y dirá: Destruye.

Isaías 6:1-4

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y el borde de su vestidura llenaba el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.Leer más.
Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

Ezequiel 1:4-28

Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del norte, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar, y en medio de ella la figura de cuatro seres vivientes. Y ésta era su apariencia: Tenían ellos semejanza de hombre. Y cada uno tenía cuatro caras, y cuatro alas.Leer más.
Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban a manera de bronce muy bruñido. Y debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban; cada uno caminaba derecho hacia adelante. Y el aspecto de sus caras era cara de hombre; y cara de león al lado derecho en los cuatro; y a la izquierda cara de buey en los cuatro; y los cuatro tenían cara de águila. Tales eran sus rostros; y tenían sus alas extendidas por encima, cada uno dos, las cuales se juntaban; y las otras dos cubrían sus cuerpos. Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; y cuando andaban, no se volvían. En cuanto a la semejanza de los seres vivientes, su parecer era como de carbones de fuego encendidos, como parecer de hachones encendidos que andaban entre los seres vivientes; y el fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos. Y los seres vivientes corrían y volvían a semejanza de relámpagos. Y mientras yo miraba a los seres vivientes, he aquí una rueda en la tierra junto a los seres vivientes de cuatro caras. Y el parecer de las ruedas y su obra era semejante al color del berilo. Y las cuatro tenían una misma semejanza; su apariencia y su obra eran como una rueda en medio de otra rueda. Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban. Y sus aros eran altos y espantosos, y llenos de ojos alrededor en las cuatro. Y cuando los seres vivientes andaban, las ruedas andaban junto a ellos: y cuando los seres vivientes se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban. Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; asimismo cuando se levantaban de la tierra, las ruedas se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. Y sobre las cabezas de cada ser viviente aparecía una expansión a manera de cristal maravilloso, extendido encima sobre sus cabezas. Y debajo de la expansión estaban las alas de ellos derechas la una a la otra; cada uno tenía dos, y otras dos que cubrían sus cuerpos. Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del Omnipotente, como ruido de muchedumbre, como la voz de un ejército. Cuando se paraban, aflojaban sus alas. Y cuando se paraban y bajaban sus alas, se oía una voz de arriba de la expansión que había sobre sus cabezas. Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas, se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre, sentado sobre él. Y vi apariencia como de ámbar, como apariencia de fuego dentro de ella en derredor, desde el aspecto de sus lomos para arriba; y desde sus lomos para abajo, vi que parecía como fuego, y que tenía resplandor alrededor. Como la apariencia del arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Ésta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y luego que yo la vi, caí sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.

Habacuc 3:3-6

Dios viene de Temán, y el Santo del monte de Parán (Selah). Su gloria cubrió los cielos, y la tierra se llenó de su alabanza. Su resplandor era como la luz, y cuernos salían de su mano; allí estaba escondido su poder. Delante de su rostro iba mortandad, y a sus pies salían carbones encendidos.Leer más.
Se paró, y midió la tierra; miró, e hizo temblar las naciones; y los montes antiguos fueron desmenuzados, los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos.

Apocalipsis 4:1-11

Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de éstas. Y al instante estaba yo en el Espíritu; y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y uno sentado sobre el trono. Y el que estaba sentado, era al parecer semejante al jaspe y a la piedra de sardonia; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.Leer más.
Y alrededor del trono había veinticuatro sillas; y vi sobre las sillas veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro. Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios. Y delante del trono había un mar de vidrio semejante al cristal; y en medio del trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. Y el primer ser viviente era semejante a un león; y el segundo ser viviente era semejante a un becerro; y el tercer ser viviente tenía la cara como de hombre; y el cuarto ser viviente era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir. Y cuando aquellos seres vivientes dan gloria y honra y gracias al que está sentado en el trono, al que vive para siempre jamás, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive para siempre jamás, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu placer existen y fueron creadas.

Isaías 40:15

He aquí que las naciones le son como la gota que cae de un cubo, y son contadas como el polvo de la balanza; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.

1 Crónicas 16:29

Dad a Jehová la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de Él; adorad a Jehová en la hermosura de su santidad.

Salmos 92:1-8

«Salmo: Canción para el día del sábado» Bueno es alabar a Jehová, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; anunciar por la mañana tu misericordia, y tu fidelidad en las noches, en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa.Leer más.
Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo. ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos. El hombre necio no sabe, y el insensato no entiende esto: Que brotan los impíos como la hierba, y florecen todos los obradores de iniquidad, para ser destruidos para siempre. Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

Salmos 95:3-6

Porque Jehová es Dios grande; y Rey grande sobre todos los dioses. Porque en su mano están las profundidades de la tierra, y las alturas de los montes son suyas. Suyo también el mar, pues Él lo hizo; y sus manos formaron la tierra seca.Leer más.
Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

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