25 Versículos de la Biblia sobre El estrés

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

Sean vuestras costumbres sin avaricia; contentos con lo que tenéis; porque Él dijo: No te dejaré ni te desampararé.

He aquí que el Señor Jehová vendrá con mano fuerte, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con Él, y su obra delante de su rostro.

La cual tenemos como ancla del alma, segura y firme, y que penetra hasta dentro del velo;

Amístate ahora con Él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien. Toma ahora la ley de su boca, y pon sus palabras en tu corazón.

Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.

Porque no nos ha dado Dios un espíritu de temor, sino de poder, y de amor, y de templanza.

La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra.

No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; en el día que te invocare, apresúrate a responderme.

y dijo: Clamé de mi tribulación a Jehová, y Él me oyó; Del vientre del infierno clamé, y mi voz oíste.

Tuve angustia, invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios; y Él oyó mi voz desde su templo; llegó mi clamor a sus oídos.

Mis entrañas hierven, y no reposan; días de aflicción me han sobrevenido.

«Cántico gradual» Clamé a Jehová en mi angustia, y Él me respondió.

En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.

Pero clamaron a Jehová en su angustia, y Él los libró de sus aflicciones;

Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mi delicia.

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, mas no destruidos; llevando siempre por todas partes en el cuerpo la muerte del Señor Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare: Llévame a la peña más alta que yo. Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo.

Jehová dará fortaleza a su pueblo: Jehová bendecirá a su pueblo con paz.