39 Bible Verses about preocuparse por el futuro
Versículos Más Relevantes
Así que, no os afanéis por el mañana, que el mañana traerá su afán. Bástele al día su propio mal.
¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?
Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar.
Vosotros, pues, no os preocupéis qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni estéis ansiosos.
Por tanto, no os afanéis, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
Porque los gentiles buscan todas estas cosas; mas vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en Jehová.
Fuerza y honor son su vestidura; y se regocijará en el día postrero.
Y si a la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?
Y cuando os llevaren y entregaren, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo premeditéis; sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.
echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias.
No te jactes del día de mañana; porque no sabes qué traerá el día.
Cuando te acuestes, no tendrás temor; sino que te acostarás, y será dulce tu sueño.
La congoja en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra.
estarás confiado, porque hay esperanza; mirarás alrededor, y dormirás seguro.
Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Tú sígueme.
Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación, con temor y temblor,
porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que debéis decir.
No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.
porque a ninguno tengo del mismo ánimo, que sinceramente se interese por vosotros.
Perece el justo, y no hay quien lo ponga en su corazón; y los piadosos son quitados, y no hay quien entienda que de delante de la aflicción es quitado el justo.
Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no temerás; y del terror, porque no se acercará a ti.
Asimismo, si no lo hicimos por temor de esto, diciendo: Mañana vuestros hijos dirán a nuestros hijos: ¿Qué tenéis que ver vosotros con Jehová, el Dios de Israel?
porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de la vida presente y de la venidera.
Y mirad por vosotros mismos, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
En el día del bien goza del bien; y en el día del mal considera. Dios también hizo esto delante de lo otro, para que el hombre no descubra nada después de él.
No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados; y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
desfalleciendo los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que vendrán sobre la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.
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