7 Versículo de la Biblia sobre El examen de los demás
Versículos Más Relevantes
Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica. Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que de suyo nada hay inmundo: mas á aquel que piensa alguna cosa ser inmunda, para él es inmunda.
Mas mirad que esta vuestra libertad no sea tropezadero á los que son flacos.
Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme á la caridad. No arruines con tu comida á aquél por el cual Cristo murió. No sea pues blasfemado vuestro bien: Que el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.Leer más.
Porque el que en esto sirve á Cristo, agrada á Dios, y es acepto á los hombres. Así que, sigamos lo que hace á la paz, y á la edificación de los unos á los otros.
ASI que, los que somos más firmes debemos sobrellevar las flaquezas de los flacos, y no agradarnos á nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade á su prójimo en bien, á edificación. Porque Cristo no se agradó á sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí.
Porque si te ve alguno, á ti que tienes ciencia, que estás sentado á la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es flaco, no será adelantada á comer de lo sacrificado á los ídolos? Y por tu ciencia se perderá el hermano flaco por el cual Cristo murió. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, é hiriendo su flaca conciencia, contra Cristo pecáis.Leer más.
Por lo cual, si la comida es á mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne por no escandalizar á mi hermano.
Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia. Mas si alguien os dijere: Esto fué sacrificado á los ídolos: no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia: porque del Señor es la tierra y lo que la hinche. La conciencia, digo, no tuya, sino del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?