30 Versículos de la Biblia sobre el regocijo en las obras de Dios
Versículos Más Relevantes
Por cuanto me has alegrado, oh SEÑOR, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.
Y dijo Lea: Para hacerme bienaventurada; porque las mujeres me dirán bienaventurada; y llamó su nombre Aser.
Y el octavo día despidió al pueblo; y ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus estancias alegres y gozosos de corazón por toda la bondad que el SEÑOR había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel.
Y muchos de los sacerdotes y de los levitas y de las cabezas de los padres, viejos, que habían visto la casa primera, viendo fundar esta casa, lloraban en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría.
Y sacrificaron aquel día gran número de víctimas, e hicieron alegrías; porque Dios los había alegrado con gran gozo; se alegraron también las mujeres y los niños; y el alborozo de Jerusalén fue oído de lejos.
E hicieron la fiesta de los panes ázimos siete días con alegría, por cuanto el SEÑOR los había alegrado, y había convertido el corazón del rey de Asiria a ellos, para esforzar sus manos en la obra de la Casa de Dios, del Dios de Israel.
Dichoso aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en el SEÑOR su Dios;
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas inciertas, sino en el Dios viviente, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos;
Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; mas todo el pueblo se gozaba de todas las cosas gloriosas que eran por él hechas.
para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros.
Y se alegró Jetro de todo el bien que el SEÑOR había hecho a Israel, que lo había librado de mano de los egipcios.
Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, oh hija de Jerusalén.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Entonces el SEÑOR se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y aun he aquí que él te saldrá a recibir, y viéndote, se alegrará en su corazón.
Después subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba el pueblo con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos.
y cuando miró, he aquí el rey que estaba junto a la columna, conforme a su derecho, y los príncipes y los trompeteros junto al rey; y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y que tocaban las trompetas. Entonces Atalía, rasgando sus vestidos, dio voces: ¡Conjuración, conjuración!
Y todo el pueblo de la tierra hizo alegrías, y la ciudad estuvo en reposo, habiendo sido Atalía muerta a espada junto a la casa del rey.
Bienaventurados tus varones, bienaventurados éstos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría.
Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey y su ley, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de los pueblos de la tierra se hacían judíos, porque el temor de los judíos había caído sobre ellos.
por aquellos días en que los judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les fue tornado de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hicieran días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres.
Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.
Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pie y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo es cumplido.
Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, ciertamente os gozaríais, (porque he dicho) que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
El cual, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó; y exhortó a todos a que permanecieran en su propósito del corazón en el Señor.