56 Versículos de la Biblia sobre En el evangelio, becas
Versículos Más Relevantes
Porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios; el SEÑOR tu Dios te ha escogido para serle un pueblo único, diferente a todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra.
Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.
si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Aun dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo convertiré su cautiverio: el SEÑOR te bendiga, oh Morada de justicia y monte de santidad. Y morarán en ella Judá, y también en todas sus ciudades, labradores, y los que van con rebaño. Porque embriagué el alma cansada, y llené toda alma entristecida.
Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. Pero si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados.Leer más.
Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os juntéis a comer, esperaos unos a otros. Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os juntéis para juicio. Las demás cosas ordenaré cuando llegare.
De cierto te reuniré todo, oh Jacob: recogeré ciertamente el resto de Israel; lo pondré junto como ovejas de Bosra, como rebaño en mitad de su majada; harán estruendo por la multitud de los hombres.
Y levantará pendón a los gentiles, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro cantones de la tierra. Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán talados. Efraín no tendrá envidia contra Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
En aquellos tiempos irán de la Casa de Judá a la Casa de Israel. Y vendrán juntamente de tierra del aquilón a la tierra que hice heredar a vuestros padres.
En aquel tiempo, dijo el SEÑOR, yo seré por Dios a todos los linajes de Israel, y ellos me serán a mí por pueblo.
En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios. Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo : Venid, y juntaos al SEÑOR con Pacto eterno, que jamás se ponga en olvido.
Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud; para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu nación, y me gloríe con tu heredad.
Y será, que si vinieres con nosotros, cuando tuviéremos el bien que el SEÑOR nos ha de hacer, nosotros te haremos bien.
Que si os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión del SEÑOR, en la cual está el tabernáculo del SEÑOR, y tomad posesión entre nosotros; pero no os rebeléis contra el SEÑOR, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar a más del altar del SEÑOR nuestro Dios.
Y esto hago por causa del Evangelio, por hacerme juntamente participante de él.
como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del Evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.
a Tito, verdadero hijo en la común fe: Gracia, misericordia, y paz del Dios Padre, y del Señor Jesús, el Cristo, salvador nuestro.
Por tanto, hermanos, santos, participantes de la vocación celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús,
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, (yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones del Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada):
por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que está en el mundo por la concupiscencia.
mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión con él, entre nosotros, y la sangre de Jesús, el Cristo, su Hijo nos limpia de todo pecado.
dando gracias al Padre que nos hizo dignos para participar en la herencia de los santos en luz;
Y si hijos, también herederos; ciertamente de Dios, y coherederos con el Cristo; si empero padecemos juntamente con él , para que juntamente con él seamos glorificados.
Vosotros maridos, igualmente, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la mujer, como a vaso más frágil, y como a herederas juntamente de la gracia de la vida; para que vuestras oraciones no sean impedidas.
Porque el que santifica y los que son santificados de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos,
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha criado un mismo Dios? ¿Por qué menospreciaremos cada uno a su hermano, quebrantando el pacto de nuestros padres?
Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre.
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu Nombre santificado. Venga tu Reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
Y mirando alrededor a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.
El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen mi palabra, y la hacen.
Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos. Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.
Que los gentiles sean juntamente herederos, e incorporados, y consortes de su Promesa en el Cristo por el Evangelio;
Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo oliva silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva;
Porque les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos servirles en los carnales.
y reconciliando a ambos con Dios por el madero en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Así que, hermanos, estad firmes , y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os hablé.
por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, estáis siendo salvos, si no creisteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo aprendí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros.
Permanesca tú en lo que has aprendido y en lo que te ha sido encargado, sabiendo de quién has aprendido;
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la confraternidad de la sangre del Cristo? El pan que partimos, ¿no es la confraternidad del cuerpo del Cristo? Porque un pan, significa que muchos somos un cuerpo; pues todos participamos de un pan.
Así que ya no sois extranjeros y advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domésticos de Dios; sobreedificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesús, el Cristo; en el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un Templo Santo en el Señor;Leer más.
en el cual vosotros también sois juntamente edificados, por morada de Dios en el Espíritu.
así muchos somos un cuerpo en el Cristo, mas todos miembros los unos de los otros.
Porque de la manera que es un cuerpo, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros de este cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así también el Cristo.
Hay un cuerpo, y un espíritu; como sois también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo,
El cual es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda criatura.
al cual allegándoos (que es la Piedra viva, reprobada ciertamente de los hombres, pero elegida de Dios, preciosa), vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús, el Cristo.
Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, judíos o griegos, siervos o libres; y todos bebemos (de una bebida) de un mismo Espíritu.
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra. Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
La gracia del Señor Jesús, el Cristo, y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.
solícitos a guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Por tanto, si hay en vosotros alguna consolación en el Cristo; si algún refrigerio de caridad; si alguna comunión del Espíritu; si algunas entrañas y misericordias,