22 Versículos de la Biblia sobre Fiesta de Amor
Versículos Más Relevantes
Estos son manchas en vuestros convites, que banquetean juntamente, apacentándose a sí mismos sin temor alguno; nubes sin agua, las cuales son llevadas de acá para allá de los vientos; árboles marchitos como en otoño, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que estiman por delicia poder gozar de deleites cada día. Estos son suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus engaños;
Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero por familia; mas si la familia fuere pequeña que no alcance a comer el cordero, entonces tomará a su vecino cercano de su casa, y según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero. El cordero será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras;Leer más.
y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la asamblea de la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá de quedar hasta la mañana, habéis de quemarlo en el fuego. Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: ésta es la Pascua del SEÑOR.
Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la Pascua? Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos.
Y el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, cuando sacrificaban la Pascua, sus discípulos le dicen: ¿Dónde quieres que vayamos a disponer para que comas la pascua? Y envía dos de sus discípulos, y les dice: Id a la ciudad, y os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle; y donde entrare, decid al padre de familia: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la Pascua con mis discípulos?Leer más.
Y él os mostrará un gran cenáculo ya preparado; aderezad para nosotros allí.
Y vino el día de los panes sin levadura, en el cual era necesario matar el cordero de la pascua. Y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id, aparejadnos el cordero de la pascua para que comamos. Y ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que aparejemos?Leer más.
Y él les dijo: He aquí cuando entrareis en la ciudad, os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare, y decid al padre de la familia de la casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde tengo de comer el cordero de la pascua con mis discípulos? Entonces él os mostrará un gran cenáculo aderezado; aparejad allí.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó el pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí.
y comeréis allí delante del SEÑOR vuestro Dios, y os alegraréis, vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en que el SEÑOR tu Dios te hubiere bendecido.
Y les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen aparejado; porque día santo es a nuestro Señor; y no os entristezcáis, porque el gozo del SEÑOR es vuestra fortaleza.
Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
Y el primero de los sábados, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de partir al día siguiente; y continuó la palabra hasta la medianoche.
Pero esto os denuncio, que no os alabo, que no para mejor sino para peor os juntáis. Porque lo primero, cuando os juntáis en la Iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque conviene que también haya entre vosotros herejías, para que los que son probados se manifiesten entre vosotros.Leer más.
De manera que cuando os juntáis en uno, esto no es comer la Cena del Señor. Porque cada uno toma antes para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro está embriagado. A la verdad, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la Iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó el pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el Nuevo testamento en mi sangre; haced esto todas las veces que bebiereis, en memoria de mí. Porque todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. De manera que, cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada hombre a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. Pero si nos examinásemos a nosotros mismos, cierto no seríamos juzgados. Mas siendo juzgados, somos castigados del Señor, para que no seamos condenados con el mundo. Así que, hermanos míos, cuando os juntéis a comer, esperaos unos a otros. Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os juntéis para juicio. Las demás cosas ordenaré cuando llegare.
Y la cena acabada, como el diablo ya se había metido en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, que le entregase,
En aquellos días, creciendo el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que sus viudas eran menospreciadas en el ministerio cotidiano.
De manera que cuando os juntáis en uno, esto no es comer la Cena del Señor. Porque cada uno toma antes para comer su propia cena; y el uno tiene hambre, y el otro está embriagado. A la verdad, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la Iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo.
Así que, hermanos míos, cuando os juntéis a comer, esperaos unos a otros. Y si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os juntéis para juicio. Las demás cosas ordenaré cuando llegare.
Pero hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas de perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos perdición acelerada.
Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.
De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo beberé nuevo en el Reino de Dios.
Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son las verdaderas palabras de Dios.
Y el SEÑOR de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos convite de engordados, convite de vinos purificados, de gruesos tuétanos, de purificados líquidos.
El Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió sus siervos para que llamasen los invitados a las bodas; pero no quisieron venir. Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está preparado: venid a las bodas.Leer más.
Mas ellos sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza y otro a sus negocios. Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron. Y el rey, oyendo esto , se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas, mas los que eran llamados no eran dignos. Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca. Entonces el rey dijo a los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.