43 Versículo de la Biblia sobre Grandeza
Versículos Más Relevantes
Y su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y era aquel varón más grande que todos los orientales.
Y se multiplicó el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.
Y también subió con ellos grande multitud de diversa suerte; y muchísimas ovejas y vacas.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían muchísimo ganado; los cuales viendo la tierra de Jazer y de Galaad, les pareció el lugar, lugar de ganado.
Y les habló, diciendo: Volveos a vuestras tiendas con grandes riquezas, y con gran copia de ganado, con plata, oro, bronce, y hierro, y muchos vestidos; repartid con vuestros hermanos el despojo de vuestros enemigos.
Y envió el SEÑOR a Natán ante David, el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre. El rico tenía numerosas ovejas y vacas; mas el pobre no tenía más que una sola cordera, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija.
Y serán sus camellos por presa, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, echados hasta el postrer rincón; y de todos sus lados les traeré su ruina, dijo el SEÑOR.
Oye, Israel: tú estás hoy para pasar el Jordán, para entrar a heredar lo de gentiles más numerosos y más fuertes que tú, ciudades grandes y encastilladas hasta el cielo,
Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fuertes; y también vimos allí los hijos de Anac.
¿A dónde subimos? Nuestros hermanos han hecho desfallecer nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí hijos de gigantes.
Y será, cuando el SEÑOR tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, para dártela a ti; ciudades grandes y buenas que tú no edificaste;
tuvieron gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus varones fuertes.
Dame, pues, ahora este monte, del cual habló el SEÑOR en aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y grandes y fuertes ciudades. Por ventura el SEÑOR estará conmigo, y los echaré como el SEÑOR ha dicho.
el hijo de Geber, en Ramot de Galaad; éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob, que estaba en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce;
Y la ciudad era espaciosa y grande, pero poco pueblo dentro de ella, y no había casas reedificadas.
Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, pueblo muy grande, como la arena que está a la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.
Y él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte.
Y el rey de Asiria envió a Tartán y a Rabsaris y a Rabsaces desde Laquis al rey Ezequías con un gran ejército contra Jerusalén; y subieron, y vinieron a Jerusalén. Y subieron, y vinieron, y pararon junto al conducto del estanque de arriba, que es en el camino de la heredad del lavador.
Porque aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, el SEÑOR les entregó en sus manos un ejército muy numeroso; por cuanto habían dejado al SEÑOR Dios de sus padres. Y con Joás hicieron juicios.
Pero se rebeló contra él enviando sus embajadores a Egipto, para que le diera caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará, el que estas cosas hizo? ¿Y el que rompió la alianza, podrá huir?
Por lo cual se enfurecerá el rey del mediodía, y saldrá, y peleará con el mismo rey del norte; y pondrá en campo gran multitud, y toda aquella multitud será entregada en su mano. Por lo cual la multitud se ensoberbecerá, se elevará su corazón, y derribará muchos millares; mas no prevalecerá. Y el rey del norte volverá a poner en campo mayor multitud que la primera, y al cabo del tiempo de algunos años vendrá a gran prisa con gran ejército y con muchas riquezas.
Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; que sobre los montes se derrama como el alba; un pueblo grande y fuerte; nunca desde el siglo fue semejante, ni después de él será jamás en años de generación en generación.
Y le siguió gran multitud de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea y del otro lado del Jordán.
E hizo juntar a todo Judá y Benjamín, y con ellos los extranjeros de Efraín, de Manasés, y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que el SEÑOR su Dios estaba con él.
Y determinaron hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a hacer la pascua al SEÑOR Dios de Israel en Jerusalén; porque en mucho tiempo no la habían hecho como está escrito.
Y orando Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande congregación de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.
Entonces vienen a Jericó; y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él muchas personas con espadas y bastones, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
Otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y se juntó a él gran multitud; tanto, que entrando él en un barco, se sentó en el mar; y toda la multitud estaba en tierra junto al mar.
Y saliendo Jesús vio gran multitud, y tuvo misericordia de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y les comenzó a enseñar muchas cosas.
E hizo Leví gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros, los cuales estaban a la mesa con ellos.
Y aconteció el día después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban fuera a un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda; y había con ella grande compañía de la ciudad.
Y le seguía una grande multitud del pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.
Entonces muchos del pueblo de los judíos supieron que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.
Tópicos sobre Grandeza
Deus, Grandeza de
Jeremías 10:6No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.
Dios, grandeza de
Jeremías 10:6No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.
Grandeza relativa
Génesis 41:40Tú serás sobre mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú.
la grandeza
Salmos 145:3Guímel Grande es el SEÑOR y digno de suprema alabanza; y su grandeza es inescrutable.
La grandeza de Cristo
Lucas 1:32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y le dará el Señor Dios el trono de David su padre;
La grandeza de Juan
Mateo 11:11De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujer otro mayor que Juan el Bautista; mas el que es más pequeño en el Reino de los cielos, mayor es que él.
La grandeza de los Discípulos
Mateo 18:1En aquel tiempo se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el Reino de los cielos?