45 Versículo de la Biblia sobre la desesperación
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Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados;
Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Porque no queremos que ignoréis, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia, porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de {salir con} vida.
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos;
¿Pensáis censurar {mis} palabras, cuando las palabras del desesperado {se las lleva} el viento?
{Hubiera yo desmayado,} si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes.
así que, por el contrario, vosotros más bien deberíais perdonar{lo} y consolar{lo,} no sea que en alguna manera éste sea abrumado por tanta tristeza.
Por tanto me desesperé en gran manera {por todo el fruto} de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol.
De hecho, dentro de nosotros mismos {ya} teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,
He estado afligido y a punto de morir desde mi juventud; sufro tus terrores, estoy abatido.
¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¿{El es} la salvación de mi ser, y mi Dios!
Pero yo no me he apresurado {a dejar} de ser tu pastor, ni el día de angustia he anhelado; tú sabes que lo que ha salido de mis labios en tu presencia está.
Para el abatido, {debe haber} compasión de parte de su amigo; no sea que abandone el temor del Todopoderoso.
¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez. ¿{El es} la salvación de mi ser, y mi Dios!
para conceder que a los que lloran {en} Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que El sea glorificado.
el cual nos libró de tan gran {peligro de} muerte y {nos} librará, {y} en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar,
¿Por qué te abates, alma mía, y {por qué} te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez {por} la salvación de su presencia.
Me dijo además: Hijo de hombre, he aquí, voy a romper la provisión de pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con terror,
Pero no habrá {más} lobreguez para la que estaba en angustia. Como en tiempos pasados El trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, pero después {la} hará gloriosa por el camino del mar al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
Si el azote mata de repente, El se burla de la desesperación del inocente.
Cántico de ascenso gradual.Desde lo {más} profundo, oh SEÑOR, he clamado a ti.
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; esperé compasión, pero no {la} hubo; {busqué} consoladores, pero no {los} hallé.
En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos.
Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
Desde los confines de la tierra te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo.
`Porque cerca está el día, sí, está cerca el día del SEÑOR; día de nubarrones, la hora de las naciones.
Serán confundidos los que trabajan el lino cardado y los tejedores de tela blanca.
Al tiempo que moría, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: No temas, porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención.
Si eres débil en día de angustia, tu fuerza es limitada.
Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no desee tu alma causarle la muerte.
Porque nuestra satisfacción es ésta: el testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad {que viene} de Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo y especialmente hacia vosotros.
El cumplimiento de la justicia es gozo para el justo, pero terror para los que obran iniquidad.
Le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza. Y allí cantará como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto.
Entonces David se dijo: Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir a la tierra de los filisteos. Saúl se cansará, {y no} me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano.
Dios mío, mi alma está en mí deprimida; por eso me acuerdo de ti desde la tierra del Jordán, y {desde} las cumbres del Hermón, desde el monte Mizar.
Digo, pues: Ha perecido mi vigor, y mi esperanza {que venía} del SEÑOR.
Porque no contenderé para siempre, ni estaré siempre enojado, pues el espíritu desfallecería ante mí, y el aliento {de los que} yo he creado.
Y di a la gente de la tierra: ``Así dice el Señor DIOS acerca de los habitantes de Jerusalén sobre el suelo de Israel: `Comerán su pan con angustia y beberán su agua con terror, porque su tierra será despojada de su abundancia a causa de la violencia de todos los que habitan en ella.
¿Has entrado hasta las fuentes del mar, o andado en las profundidades del abismo?
Atiende a mi clamor, porque estoy muy abatido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Y entre esas naciones no hallarás descanso, y no habrá reposo para la planta de tu pie, sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y desesperación de alma.
Cercano está el gran día del SEÑOR, cercano y muy próximo. El clamor del día del SEÑOR es amargo; allí gritará el guerrero.
Tópicos sobre La desesperación
La desesperación, Descripción de
Salmos 42:5¿Por qué te abates, alma mía, y {por qué} te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez {por} la salvación de su presencia.
La desesperación, remedios para
Salmos 42:5¿Por qué te abates, alma mía, y {por qué} te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez {por} la salvación de su presencia.