49 Versículos de la Biblia sobre la dirección

Jehová hará que los enemigos que se levantan contra ti sean derrotados delante de ti; por un camino saldrán contra ti y por siete caminos huirán de delante ti.

Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás a ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás removido hacia todos los reinos de la tierra.

Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.

Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios, por disposición del rey acerca de Asaf, de Jedutún, y de Hemán.

Atended el consejo, y sed sabios, y no lo menospreciéis.

Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande.

Cuando andaban, se movían sobre sus cuatro costados; no se volvían cuando andaban.

¿Por qué camino se reparte la luz, y se esparce el viento solano sobre la tierra?

El corazón del sabio está a su mano derecha; mas el corazón del necio a su mano izquierda.

Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte, y el sur, al oriente y al occidente;

Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, los que han negociado contigo desde tu juventud; cada uno se irá por su camino, no habrá quien te salve.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.

¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?

Cuando andaban, sobre sus cuatro lados andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando andaban.

Toda Escritura es dada por inspiración de Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,

El corazón del rey está en la mano de Jehová, como los arroyos de agua, Él lo inclina hacia donde quiere.

De Jehová son los pasos del hombre: ¿Cómo, pues, entenderá el hombre su camino?

Consideré mis caminos, y torné mis pies a tus testimonios.

Para que andes por el camino de los buenos, y guardes las sendas de los justos.

Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

Donde no hay consejo, el pueblo cae, mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

Y las vacas se encaminaron por el camino de Bet-semes, e iban por un mismo camino andando y bramando, sin apartarse ni a derecha ni a izquierda. Y los príncipes de los filisteos fueron tras ellas hasta el término de Bet-semes.

Hacia donde el espíritu les movía que anduviesen, andaban; hacia donde les movía el espíritu que anduviesen, las ruedas también se levantaban tras ellos; porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.

Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y descendió a Jope; y halló un navío que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis de delante de Jehová.

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.

Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré.

Que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí; y que oigas la oración que tu siervo haga hacia este lugar.

De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asareela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba a la orden del rey.

Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.

Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;

Entonces consultó David a Jehová, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Y Jehová respondió a David: Ve, porque ciertamente entregaré los filisteos en tus manos.

Pero vosotros volveos, e id al desierto, camino del Mar Rojo.

Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino. Y tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.

En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra.

los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por su propia mano; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis al final de esto?

Sí, Él amó al pueblo; todos sus santos están en tu mano; y ellos se sientan a tus pies; cada uno recibirá de tus palabras.

He aquí nosotros ponemos frenos en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo.

Oirá el sabio, y aumentará el saber; y el entendido adquirirá consejo;

Pero en aquello a que hemos llegado, andemos por una misma regla, sintamos una misma cosa.

Preguntarán por el camino de Sión, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid y unámonos a Jehová con un pacto eterno que jamás será olvidado.

Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no consultaron a la boca de Jehová.

En aquel tiempo se dirá de este pueblo y de Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.

Y Josafat tuvo temor, y puso su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá.

el cual pasaba por la calle, junto a la esquina de aquella, e iba camino de su casa,

Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quiere el que las gobierna.

No temeré de diez millares de pueblos, que pusieren sitio contra mí.