45 Versículo de la Biblia sobre la humanidad

Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Varón y hembra los creó; y los bendijo, y los llamó Adán el día en que fueron creados.

Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,

Y le pesó al SEÑOR haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón.

Dije {además} en mi corazón en cuanto a los hijos de los hombres: Ciertamente Dios los ha probado para que vean que son sólo animales.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.

que en su mano está la vida de todo ser viviente, y el aliento de toda carne de hombre?

Venid y ved las obras de Dios, admirable en {sus} hechos a favor de los hijos de los hombres.

{digo:} ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?

Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en el hombre.

Porque la necedad de Dios es más sabia que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.

La tercera parte de la humanidad fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo y el azufre que salían de sus bocas.

No recibo gloria de los hombres;

Los cielos son los cielos del SEÑOR; pero la tierra la ha dado a los hijos de los hombres.

Y sucederá que de luna nueva en luna nueva y de día de reposo en día de reposo, todo mortal vendrá a postrarse delante de mí --dice el SEÑOR.

Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombre.

Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que El ha dado testimonio acerca de su Hijo.

El hombre, como la hierba son sus días; como la flor del campo, así florece;

Y el SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo {hacer} siempre el mal.

Dios ha mirado desde los cielos sobre los hijos de los hombres para ver si hay alguno que entienda, {alguno} que busque a Dios.

En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Oh SEÑOR, ¿qué es el hombre para que tú lo tengas en cuenta, o el hijo del hombre para que pienses en él?

Entonces el SEÑOR dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años.

El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones,

para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Porque hay un solo Dios, {y} también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,

No confiéis en príncipes, {ni} en hijo de hombre en quien no hay salvación.

He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?

Porque pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles en último lugar, como a sentenciados a muerte; porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres.

El SEÑOR mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres.

Y El respondió: Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.

Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de {animales} marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano,

Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento {de vida;} el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.

¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?

Danos ayuda contra el adversario, pues vano es el auxilio del hombre.

y vino que alegra el corazón del hombre, para que haga brillar con aceite {su} rostro, y alimento que fortalece el corazón del hombre.

Toda la tierra hablaba la misma lengua y las mismas palabras.

No toda carne es la misma carne, sino que una es {la} de los hombres, otra la de las bestias, otra la de las aves y otra {la} de los peces.