21 Versículos de la Biblia sobre la ley de Moisés

Porque la ley por Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.

Y les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros; que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los Salmos.

Ésta, pues, es la ley que Moisés propuso delante de los hijos de Israel.

Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

y por Él, todos los que creen, son justificados de todas las cosas que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés.

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.

Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes?

Y comenzando desde Moisés, y de todos los profetas, les declaró en todas las Escrituras lo concerniente a Él.

Y escribió Moisés esta ley, y la dio a los sacerdotes, hijos de Leví, que llevaban el arca del pacto de Jehová, y a todos los ancianos de Israel.

Y aun hasta el día de hoy, cuando Moisés es leído, el velo está puesto sobre el corazón de ellos.

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

Porque si hubieseis creído a Moisés, me creeríais a mí; porque de mí escribió él.

El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia.

Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras esposas; pero al principio no fue así.

Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado.

Y esto digo: El pacto antes confirmado por Dios en Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no le anula, para invalidar la promesa.

Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree.

La ley y los profetas fueron hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es predicado, y todos se esfuerzan por entrar en él.

Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a guardar toda la ley.

diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos:

Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.