11 Versículo de la Biblia sobre La llamada de Dios, todo el mundo

Así que Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan;

Oh hombres, a vosotros clamo; y mi voz es a los hijos de los hombres.

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

A todos los sedientos: Venid a las aguas. Y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.

Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio; porque no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a arrepentimiento.

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.

Mas en el postrer día, el día grande de la Fiesta, se puso de pie y clamó, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

Porque a vosotros es la promesa, y a vuestros hijos, y a todos los que están lejos; a cualesquiera que el Señor nuestro Dios llamare.

Mas digo: ¿No han oído? Cierto por toda la tierra ha salido la fama de ellos, y hasta los extremos de la redondez de la tierra las palabras de ellos.

En toda la tierra salió su hilo, y al cabo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol.