23 Versículo de la Biblia sobre la naturaleza de los reyes
Versículos Más Relevantes
La altura de los cielos, y la profundidad de la tierra y el corazón de los reyes, son inescrutables.
Gloria de Dios es ocultar un asunto; Pero honra del rey es escudriñarlo.
El lebrel ceñido de lomos; asimismo el macho cabrío; y un rey contra el cual ninguno se levanta.
Y aconteció a la vuelta del año, en el tiempo que salen los reyes a la batalla, que David envió a Joab, y a sus siervos con él, y a todo Israel; y destruyeron a los hijos de Amón, y pusieron sitio a Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén.
Ahora, pues, oye su voz: mas protesta contra ellos declarándoles el derecho del rey que ha de reinar sobre ellos.
Y dijo Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues: Éste será el proceder del rey que hubiere de reinar sobre vosotros: Tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros, y en su gente de a caballo, para que corran delante de sus carros; y elegirá capitanes de mil, y capitanes de cincuenta; y los pondrá a que aren sus campos y recojan sus cosechas, y a que forjen sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros.Leer más.
Y tomará a vuestras hijas para que sean perfumistas, cocineras y panaderas. Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestras simientes y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos, y vuestras siervas, y vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestro rebaño, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os oirá en aquel día.
Además el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos.
Después torné yo a mirar para ver la sabiduría y los desvaríos y la necedad; porque ¿qué podrá hacer el hombre que venga después del rey, sino lo que ya ha sido hecho?
Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, creyeron que el enemigo y el adversario entrarían por las puertas de Jerusalén.
Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fortaleza y majestad.
Porque dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová: ¿y qué haría el rey por nosotros?
¿O qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de ropas delicadas? He aquí, los que visten ropas delicadas, en las casas de los reyes están.
El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo bodas a su hijo,
Porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.
Pero hablamos sabiduría entre perfectos; y sabiduría, no de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que se desvanece.
ya a los gobernadores, como por Él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.
Luego dijo a Zeba y a Zalmuna: ¿Qué aspecto tenían aquellos hombres que matasteis en Tabor? Y ellos respondieron: Como tú, así eran ellos ni más ni menos, cada uno parecía hijo de rey.
Calificaba yo el camino de ellos, y me sentaba en cabecera; y moraba como rey en el ejército, como el que consuela a los que lloran.
Y ellos se la trajeron. Y les dijo: ¿De quién es esta imagen e inscripción? Y ellos le dijeron: De César.
Mostradme una moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.
Mas llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.