20 Versículo de la Biblia sobre la ocultación de las cosas de Dios

Y el SEÑOR dijo: ¿Encubro yo a Abraham lo que hago,

Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti; porque mío es el mundo y su plenitud.

Y estas cosas tienes guardadas en tu corazón; yo sé que esto está cerca de ti.

y me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Omnipotente, mas en mi Nombre el SEÑOR (YHWH ) no me notifiqué a ellos.

Mas Samuel aún no conocía al SEÑOR, ni le había sido revelada la palabra del SEÑOR.

Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y el SEÑOR me ha encubierto el motivo , y no me lo ha revelado.

Honra de Dios es encubrir la palabra; mas honra del rey es escudriñar la palabra.

En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, que hayas escondido esto de los sabios y de los entendidos, y lo hayas revelado a los niños.

En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Te confieso, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque así te agradó.

y de aclarar a todos cuál sea la comunión del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas por Jesús, el Cristo.

Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza.

Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; Rebosaré cosas escondidas desde la fundación del mundo.

Mas ellos no entendían esta palabra, y les era encubierta para que no la entendiesen; y temían preguntarle sobre ella.

Pero ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era encubierta, y no sabían lo que decía.

el cual en los otros siglos no se dio a conocer a los hijos de los hombres como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas en Espíritu:

Y dijo: ¿Qué es la palabra que te habló el SEÑOR ? Te ruego que no me la encubras. Así te haga Dios y así te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.

Que si nuestro Evangelio está encubierto, a los que se pierden está encubierto;

diciendo: ¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! Mas ahora está encubierto a tus ojos.

Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.

Advenedizo soy yo en la tierra, no encubras de mí tus mandamientos.