52 Versículos de la Biblia sobre La propiedad, la tierra

Versículos Más Relevantes

Éxodo 9:29

Y le respondió Moisés: Saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos al SEÑOR, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que del SEÑOR es la tierra.

Génesis 12:6-7

Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el alcornoque de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra. Y apareció el SEÑOR a Abram, y le dijo: A tu simiente daré esta tierra. Y edificó allí un altar al SEÑOR, que se le había aparecido.

Génesis 13:14-17

Y el SEÑOR dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde tú estás hacia el aquilón, y al mediodía, y al oriente y al occidente; porque toda la tierra que tú ves, la daré a ti y a tu simiente para siempre. Y pondré tu simiente como el polvo de la tierra; que si alguno podrá contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.Leer más.
Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la tengo de dar.

Génesis 15:7

Y le dijo: Yo soy el SEÑOR, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra.

Génesis 17:8

Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y les seré por Dios.

Génesis 50:24

Y José dijo a sus hermanos: Yo me muero; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac, y a Jacob.

Éxodo 6:8

Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo soy el SEÑOR.

Deuteronomio 6:10-11

Y será, cuando el SEÑOR tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, para dártela a ti; ciudades grandes y buenas que tú no edificaste; y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste; viñas y olivares que tú no plantaste; luego que comas y te sacies,

Deuteronomio 31:20-21

Porque yo le introduciré en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel; y comerá, y se saciará, y se engordará; y se volverá a dioses ajenos, y les servirán, y me enojarán, y anularán mi pacto. Y será que cuando le vinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara por testigo, que no será olvidada de la boca de su simiente; porque yo conozco su ingenio, y lo que hace hoy antes que le introduzca en la tierra que juré.

Éxodo 3:8

Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios; yo los sacaré de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo.

Levítico 20:24

Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. YO SOY vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos.

Números 14:7-8

y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si el SEÑOR se agradare de nosotros, él nos meterá en esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel.

Josué 5:6

Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la gente de los hombres de guerra que habían salido de Egipto, fue consumida, por cuanto no escucharon la voz del SEÑOR; por lo cual el SEÑOR les juró que no les dejaría ver la tierra, de la cual el SEÑOR había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.

Levítico 25:34

Mas la tierra de los ejidos de sus ciudades no se venderá, porque es perpetua posesión de ellos.

Números 33:53-54

y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que la heredéis. Y heredaréis la tierra por suertes por vuestras familias; a la familia de muchos daréis mucho por su heredad, y a la familia de pocos daréis poco por su heredad; donde le saliere la suerte, allí la tendrá; por las tribus de vuestros padres heredaréis.

Números 35:2-5

Manda a los hijos de Israel, que den a los levitas de la posesión de su heredad ciudades en que habiten. También daréis a los levitas los ejidos de esas ciudades alrededor de ellas. Y tendrán ellos las ciudades para habitar, y los ejidos de ellas serán para sus animales, y para su sustancia, y para todas sus bestias. Y los ejidos de las ciudades que daréis a los levitas, serán mil codos alrededor, desde el muro de la ciudad para afuera.Leer más.
Luego mediréis fuera de la ciudad a la parte del oriente dos mil codos, y a la parte del mediodía dos mil codos, y a la parte del occidente dos mil codos, y a la parte del norte dos mil codos, y la ciudad en medio: esto tendrán por los ejidos de las ciudades.

Génesis 23:15-16

Señor mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata; ¿qué es esto entre mí y ti? Entierra pues tu muerta. Entonces Abraham se convino con Efrón, y pesó Abraham a Efrón el dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, corrientes por los mercaderes.

Génesis 33:19

Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien corderas.

Génesis 47:20

Entonces compró José toda la tierra de Egipto para el Faraón; porque los egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos; y la tierra vino a ser del Faraón.

2 Samuel 24:24

Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré al SEÑOR mi Dios holocaustos que no me cuestan nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata.

Jeremías 32:6-15

Y dijo Jeremías: Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo: He aquí que Hanameel, hijo de Salum tu tío, viene a ti, diciendo: Cómprame mi heredad que está en Anatot; porque tú tienes derecho a ella para comprarla. Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra del SEÑOR, al patio de la guarda, y me dijo: Compra ahora mi heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti compete la redención; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra del SEÑOR.Leer más.
Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero: siete siclos y diez monedas de plata. Y escribí la carta, y la sellé, e hice atestiguar a testigos, y pesé el dinero con balanza. Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y el traslado abierto. Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito en la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la guarda. Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta, la sellada, y ésta que es la carta abierta, y ponlas en un vaso de barro, para que se guarden muchos días. Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Aún se comprarán y venderán casas, y heredades, y viñas en esta tierra.

Mateo 27:7-10

Mas habido consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, por sepultura para los extranjeros. Por lo cual fue llamado aquel campo, Acéldama: Campo de sangre, hasta el día de hoy. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, que fue apreciado por los hijos de Israel;Leer más.
y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.

Hechos 1:18

Este, pues, adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y colgándose, se reventó por medio, y todas sus entrañas se derramaron.

Mateo 21:33-41

Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña; y la cercó de vallado, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dio a renta a labradores, y se fue lejos. Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibieran sus frutos. Mas los labradores, tomando a los siervos, al uno hirieron, y al otro mataron, y al otro apedrearon.Leer más.
Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. Y a la postre les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. Mas los labradores, viendo al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y tomemos su heredad. Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron. Pues cuando viniere el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? Le dicen: a los malos destruirá sin misericordia, y su viña dará a renta a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.

Marcos 12:1-9

Y comenzó a hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó a labradores, y se fue lejos. Y envió un siervo a los labradores, al tiempo, para que tomara de los labradores del fruto de la viña. Mas ellos, tomándole, le hirieron, y le enviaron vacío.Leer más.
Y volvió a enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron a enviarle afrentado. Y volvió a enviar otro, y a aquel mataron; y a otros muchos, hiriendo a unos y matando a otros. Teniendo pues aún un hijo suyo amado, lo envió también a ellos el postrero, diciendo: Tendrán en reverencia a mi hijo. Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. Y prendiéndole, le mataron, y le echaron fuera de la viña. ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros.

Lucas 20:9-16

Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo. Y al tiempo, envió un siervo a los labradores, para que le dieran del fruto de la viña; mas los labradores le hirieron, y enviaron vacío. Y volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste también, herido y afrentado, le enviaron vacío.Leer más.
Y volvió a enviar al tercero; mas ellos también a éste echaron herido. Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré mi hijo amado; quizás cuando a éste vieren, tendrán respeto. Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra. Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué pues, les hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Que no sea así!

Números 36:6-9

Esto es lo que ha mandado el SEÑOR acerca de las hijas de Zelofehad, diciendo: Cásense como ellas lo deseen, pero en la familia de la tribu de su padre se casarán; para que la heredad de los hijos de Israel no sea traspasada de tribu en tribu; porque cada uno de los hijos de Israel se vinculará a la heredad de la tribu de sus padres. Y cualquier hija que poseyere heredad de las tribus de los hijos de Israel, con alguno de la familia de la tribu de su padre se casará, para que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres.Leer más.
Para que no ande la heredad rodando de una tribu a otra; mas cada una de las tribus de los hijos de Israel se vinculará a su heredad.

Job 24:2

Toman los términos, roban los ganados, y pacen los campos ajenos.

Oseas 5:10

Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan mojones; derramaré sobre ellos como agua mi ira.

Levítico 25:23-28

Y la tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; que vosotros peregrinos y extranjeros sois para conmigo. Por tanto, en toda la tierra de vuestra posesión, otorgaréis redención a la tierra. Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá su redentor, su pariente mas cercano, para redimir lo que su hermano hubiere vendido.Leer más.
Y cuando el hombre no tuviere redentor, si alcanzare su mano, y hallare lo que basta para su rescate; entonces contará los años de su venta, y pagará lo que quedare al varón a quien vendió, y volverá a su posesión. Mas si no alcanzare su mano lo que basta para que vuelva a él, lo que vendió estará en poder del que lo compró hasta el año del jubileo; y al jubileo saldrá la tierra libre, y él volverá a su posesión.

Rut 4:2-9

Entonces él tomó diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron. Y dijo al redentor: Una parcela de tierra que tuvo nuestro hermano Elimelec, vendió Noemí, la que volvió del campo de Moab; y yo decidí hacértelo saber, y decirte que las tomes delante de los que están aquí sentados, y delante de los ancianos de mi pueblo. Si hubieres de redimir, redime; y si no quisieres redimir, decláramelo para que yo lo sepa; porque no hay otro que redima sino tú, y yo después de ti. Y el otro respondió: Yo redimiré.Leer más.
Entonces replicó Booz: El mismo día que tomares las tierras de mano de Noemí, tomarás también a Rut la moabita, mujer del difunto, para que levantes el nombre del muerto sobre su heredad. Y respondió el redentor: No puedo redimir para mí; porque por ventura echaría a perder mi heredad; redime tú, yo te traspaso mi derecho, porque yo no podré redimir. Desde hacía tiempo existía esta costumbre en Israel en la redención o contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba a su compañero; y éste era el testimonio en Israel. Entonces el que había traspasado el derecho de redención dijo a Booz: Tómalo tú. Y diciendo esto descalzó su zapato. Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros seréis hoy testigos de como tomo todas las cosas que fueron de Elimelec, y todo lo que fue de Quelión y de Mahlón, de mano de Noemí.

Hebreos 11:13-16

En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra. Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan su patria natural. Que si se acordaran de aquella de donde salieron, cierto tenían tiempo para volverse;Leer más.
mas empero deseaban la mejor, es a saber, la celestial, por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les había aparejado ciudad.

Hebreos 11:8-10

Por la fe, Abraham siendo llamado, oyó para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe, habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa; porque esperaba la ciudad con fundamentos, el artífice y hacedor de la cual es Dios.

Apocalipsis 21:1-2

Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es. Y yo Juan vi la santa Ciudad, Jerusalén la nueva, que descendía del cielo, aderezada de Dios, como la esposa ataviada para su marido.

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