30 Versículos de la Biblia sobre la sanación de un corazón roto

Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.

Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salvará a los contritos de espíritu.

Porque Él es quien hace la llaga, y Él la vendará: Él hiere, y sus manos curan.

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

Mas yo haré venir sanidad para ti, y te sanaré de tus heridas, dice Jehová; porque Desechada te llamaron, diciendo: Ésta es Sión, a la que nadie busca.

Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.

Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.

Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

A causa de mi fuerte dolor mi corazón desfallece en mí.

Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.

El corazón alegre es buena medicina; mas el espíritu triste seca los huesos.

Hiciste temblar la tierra, la abriste; sana sus roturas, porque titubea.

El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:

Porque será medicina a tu ombligo, y tuétano a tus huesos.

Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina.

El espíritu del hombre soportará su enfermedad; mas ¿quién soportará al espíritu angustiado?

El corazón apacible es vida de la carne; mas la envidia, es carcoma de los huesos.

Hijo de hombre, he quebrado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado para que pueda sanar, ni le han puesto faja para ligarlo, a fin de fortalecerle para que pueda sostener la espada.

Porque así dice el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.

Yo buscaré la perdida, y haré volver la descarriada, y vendaré la perniquebrada, y fortaleceré a la enferma. Mas destruiré a la engordada y a la fuerte. Yo las apacentaré con justicia.

Yo creo el fruto de labios: Paz, paz al lejano y al cercano, dice Jehová; y lo sanaré.

Venid y volvámonos a Jehová; porque Él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.

Por tanto su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.

Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo, tus enseñadores nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán tus enseñadores.

Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque yo estoy debilitado; sáname, oh Jehová, porque mis huesos están conmovidos.

El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.