43 Versículos de la Biblia sobre La semilla

Versículos Más Relevantes

Génesis 1:29

Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da semilla, os será para comer.

Génesis 42:1-2

Y cuando Jacob vio que en Egipto había alimentos, Jacobo dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá, y comprad de allí para nosotros, para que vivamos y no muramos.

Nehemías 5:1-2

Entonces fue grande el clamor del pueblo y de sus esposas contra los judíos sus hermanos. Y había quien decía: Nosotros, nuestros hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto hemos tomado grano para comer y vivir.

Isaías 28:28

El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprime con la rueda de su carreta, ni lo quebranta con los dientes de su trillo.

Levítico 23:15-21

Y os habéis de contar desde el siguiente día del sábado, desde el día en que ofrecisteis el manojo de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán: Hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis grano nuevo a Jehová. De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de flor de harina, cocidos con levadura, por primicias a Jehová.Leer más.
Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, y un becerro de la vacada y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones; ofrenda encendida de olor grato a Jehová. Ofreceréis además un macho cabrío por expiación; y dos corderos de un año en sacrificio de paz. Y el sacerdote los mecerá en ofrenda agitada delante de Jehová, con el pan de las primicias, y los dos corderos; serán cosa santa de Jehová para el sacerdote. Y proclamaréis en este mismo día; que os será santa convocación; ninguna obra de siervo haréis; os será estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones.

Números 28:26-31

Además el día de las primicias, cuando ofreciereis presente nuevo a Jehová en vuestras semanas, tendréis santa convocación: ninguna obra servil haréis: Y ofreceréis en holocausto, en olor de suavidad a Jehová, dos becerros de la vacada, un carnero, siete corderos de un año: Y el presente de ellos, flor de harina amasada con aceite, tres décimas con cada becerro, dos décimas con cada carnero,Leer más.
con cada uno de los siete corderos una décima; un macho cabrío, para hacer expiación por vosotros. Los ofreceréis, además del holocausto continuo con sus presentes, y sus libaciones: sin defecto los tomaréis.

2 Crónicas 31:5

Y como este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los frutos de la tierra; trajeron asimismo los diezmos de todas las cosas en abundancia.

Levítico 27:16

Y si alguno santificare de la tierra de su posesión a Jehová, tu estimación será conforme a su siembra; un homer de siembra de cebada se apreciará en cincuenta siclos de plata.

Salmos 67:6

La tierra dará su fruto: Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

Salmos 85:12

Jehová dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.

Joel 1:16-17

¿No fue quitado el alimento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la casa de nuestro Dios? El grano se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo.

Deuteronomio 28:38-42

Llevarás mucha semilla al campo, pero recogerás poco; porque la langosta lo consumirá. Plantarás viñas y las labrarás, mas no beberás del vino ni recogerás las uvas, porque el gusano se las comerá. Tendrás olivos en todo tu término, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.Leer más.
Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio. Todos tus árboles y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.

Deuteronomio 22:9

No sembrarás tu viña con varias semillas, para que no se pierda la plenitud de la semilla que sembraste, y el fruto de la viña.

Levítico 19:19

Mis estatutos guardaréis. No permitirás que tu ganado se aparee con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestiduras con mezcla de diversos hilos.

Levítico 11:37-38

Y si parte de sus cuerpos muertos cayere sobre alguna semilla que se haya de sembrar, será limpia. Mas si se hubiere puesto agua en la semilla, y parte de sus cuerpos muertos cayere sobre ella, la tendréis por inmunda.

Juan 4:35-38

¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que venga la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna; para que el que siembra como el que siega juntos se regocijen. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega.Leer más.
Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Mateo 13:31-32

Otra parábola les relató, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, tal, que vienen las aves del cielo y anidan en sus ramas.

Marcos 4:30-32

Y dijo: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola le compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace la más grande de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de manera que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra.

Lucas 13:18-19

Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y a qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.

Marcos 4:26-29

Y dijo: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin saber él cómo. Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga.Leer más.
Y cuando ha dado el fruto, en seguida se mete la hoz, porque la siega es llegada.

Mateo 13:24-30

Les relató otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante al hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando la hierba salió y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.Leer más.
Y vinieron los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Mas él dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y en el tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi granero.

1 Corintios 3:6-7

Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que da el crecimiento.

Mateo 13:1-23

Y aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y grandes multitudes se juntaron a Él, y entrando Él en una barca, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.Leer más.
Y cuando sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Y parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó luego, porque no tenía profundidad de tierra; Pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Mas parte cayó en buena tierra y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga. Entonces vinieron los discípulos, y le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado el saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; mas al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. Y en ellos se cumple la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, mas no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron. Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador. Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al instante la recibe con gozo, pero no tiene raíz en sí, sino que es temporal; pues cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego se ofende. Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este mundo, y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye la palabra y la entiende, y lleva fruto; y lleva uno a ciento, y otro a sesenta, y otro a treinta por uno.

Marcos 4:1-20

Y otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y una gran multitud se reunió alrededor de Él; tanto que entró en una barca, y se sentó en ella en el mar, y toda la multitud estaba en tierra junto al mar. Y les enseñaba por parábolas muchas cosas, y les decía en su doctrina: Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar;Leer más.
y aconteció que al sembrar, una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo y la devoraron. Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó, porque no tenía profundidad de tierra; pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y otra parte cayó entre espinos; y crecieron los espinos y la ahogaron, y no dio fruto. Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto que brotó y creció; y produjo, una a treinta, otra a sesenta, y otra a ciento por uno. Y les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga. Y cuando estuvo solo, los que estaban cerca de Él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros es dado el saber los misterios del reino de Dios; mas a los que están fuera, todo es hecho por parábolas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan y les sean perdonados sus pecados. Y les dijo: ¿No entendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? El sembrador es el que siembra la palabra. Y éstos son los de junto al camino; en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones. Y de igual modo, éstos son los que son sembrados en pedregales; quienes habiendo oído la palabra, al momento la reciben con gozo; pero no tienen raíz en sí, sino que duran poco tiempo; pero luego, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida se escandalizan. Y éstos son los que fueron sembrados entre espinos; los que oyen la palabra, pero los afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra y la reciben, y llevan fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento por uno.

Lucas 8:4-15

Y cuando se juntó una gran multitud, y vinieron a Él de cada ciudad, les dijo por parábola: El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. Y otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad.Leer más.
Y otra parte cayó entre espinos; y creciendo los espinos juntamente con ella, la ahogaron. Y otra parte cayó en buena tierra, y nació, y llevó fruto a ciento por uno. Y hablando estas cosas, dijo a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? Y Él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. Ésta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos. Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; que por un tiempo creen, pero en el tiempo de la prueba se apartan. Y la que cayó entre espinos; éstos son los que oyen; mas yéndose, son ahogados de los afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no llevan fruto. Mas la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia.

Juan 12:23-25

Entonces Jesús les respondió, diciendo: Ha llegado la hora en que el Hijo del Hombre ha de ser glorificado. De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto. El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.

1 Corintios 15:35-38

Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no revive, si antes no muere. Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de ser, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;Leer más.
pero Dios le da el cuerpo como Él quiere, y a cada semilla su propio cuerpo.

Salmos 126:5-6

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Jeremías 4:3-4

Porque así dice Jehová a todo varón de Judá y de Jerusalén: Haced barbecho para vosotros, y no sembréis entre espinos. Circuncidaos para Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

2 Corintios 9:6

Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.

Gálatas 6:7-9

No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos si no desmayamos.

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