54 Versículo de la Biblia sobre Las armas
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Y éste es el número de las cabezas de los que estaban a punto de guerra, y vinieron a David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saúl, conforme a la palabra del SEÑOR.
Mas fue que desde aquel día la mitad de los jóvenes trabajaban en la obra, y la otra mitad de ellos tenía lanzas escudos, arcos, y cotas; y los príncipes estaban tras toda la casa de Judá. Los que edificaban en el muro, y los que llevaban cargas y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra tenían su arma. Porque los que edificaban, cada uno tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban y el que tocaba el shofar estaba junto a mí.
Y se elegirá capitanes de mil, y capitanes de cincuenta; los pondrá asimismo a que aren sus campos, y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra, y los pertrechos de sus carros.
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has deshonrado.
Y David dijo a Ahimelec: ¿No tienes aquí a mano lanza o espada? Porque no tomé en mi mano mi espada ni mis armas, por cuanto el mandamiento del rey era apremiante.
¡Cómo han caído los valientes, y perecieron las armas de guerra!
Y estaréis alrededor del rey de todas partes, teniendo cada uno sus armas en las manos; y cualquiera que entrare dentro de estos órdenes, sea muerto. Y habéis de estar con el rey cuando saliere, y cuando entrare.
Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquier extraño que entrare en la Casa, morirá; y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere.
Y los de la guardia se pusieron de pie, teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la Casa hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, cerca del rey alrededor.
y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho de la Casa hasta el izquierdo, hacia el altar y la Casa, en derredor del rey por todas partes.
Y de Neftalí mil príncipes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza. De los de Dan, dispuestos a pelear, veintiocho mil seiscientos. Y de Aser, a punto de guerra y aparejados a pelear, cuarenta mil.Leer más.
Y del otro lado del Jordán, de los de Rubén y de los de Gad y de la media tribu de Manasés, ciento veinte mil con toda suerte de armas de guerra.
Se fortaleció, pues, Ezequías, y edificó todos los muros caídos, e hizo alzar las torres, y otro muro por fuera; fortificó además a Millo en la ciudad de David, e hizo muchas espadas y paveses.
Y ni yo, ni mis hermanos, ni mis siervos, ni la gente de guardia que me seguía, desnudamos nuestro vestido; cada uno se desnudaba solamente para lavarse.
Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí que del aquilón traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo. A tus hijas que están en el campo matará a espada; y pondrá contra ti ingenios, y fundará contra ti baluarte, y afirmará contra ti escudo. Y pondrá contra ella arietes, contra tus muros, y tus torres destruirá con sus martillos.Leer más.
Con la multitud de sus caballos te cubrirá el polvo de ellos; con el estruendo de los caballeros, y de las ruedas, y de los carros, temblarán tus muros, cuando entrare por tus puertas como por portillos de ciudad destruida. Con los cascos de sus caballos hollará todas tus plazas; a tu pueblo matará a espada, y las estatuas de tu fortaleza caerán a tierra.
Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al Seol con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas; mas sus iniquidades estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierra de los vivientes.
Judas pues tomando una compañía de soldados, y ministros de los sumos sacerdotes y de los fariseos, vino allí con linternas y antorchas, y con armas.
Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre del SEÑOR nuestro Dios tendremos memoria. Ellos se arrodillaron, y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y nos enhestamos.
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda; y confían en caballos; y en carros ponen su esperanza, porque son muchos; y en caballeros, porque son valientes; y no miraron al Santo de Israel, ni buscaron al SEÑOR!
Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra el SEÑOR; nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que el SEÑOR nuestro Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno de sus armas de guerra, y os preparasteis para subir al monte. Y el SEÑOR me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis heridos delante de vuestros enemigos. Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes al dicho del SEÑOR, y porfiasteis con soberbia, y subisteis al monte.Leer más.
Y salió el amorreo, que habitaba en aquel monte, a vuestro encuentro, y os persiguieron, como hacen las avispas, y os quebrantaron en Seir, persiguiéndoos hasta Horma.
Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, que el SEÑOR tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y escudo; mas yo vengo a ti en el nombre del SEÑOR de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, que tú has deshonrado. El SEÑOR te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti; y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y sabrá toda la tierra que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que el SEÑOR no salva con espada y lanza; porque del SEÑOR es la guerra, y él os entregará en nuestras manos.
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed al SEÑOR vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantaran al SEÑOR, y alabaran en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijeran: Alabad al SEÑOR, porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a cantar y a alabar, el SEÑOR puso a los hijos de Moab y los del monte de Seir para que asecharan a los hijos de Amón, que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.Leer más.
Y los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y cuando acabaron con los del monte de Seir, cada cual ayudó a su compañero a matarse. Y cuando vino Judá a la atalaya del desierto, miraron por la multitud; y helos aquí que estaban tendidos en tierra muertos, pues ninguno había escapado.
Esforzaos y confortaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda su multitud que con él viene; porque más son con nosotros que con él. Con él es el brazo de carne, mas con nosotros el SEÑOR nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y se afirmó el pueblo sobre las palabras de Ezequías rey de Judá.
El rey no es salvo con la multitud del ejército; no escapa el valiente con la mucha fuerza. Vanidad es el caballo para la salvación; con la grandeza de su fuerza no librará. He aquí, el ojo del SEÑOR sobre los que le temen, sobre los que esperan su misericordia;Leer más.
para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.
Allí quebró las saetas del arco; el escudo, y la espada, y la guerra. (Selah.)
No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, ni se complace en las piernas del varón. El SEÑOR ama a los que le temen; a los que esperan en su misericordia.
El caballo se apareja para el día de la batalla; mas la salvación es del SEÑOR.
Y desnudó la cobertura de Judá; y miraste en aquel día hacia la casa de armas del bosque. Y visteis las roturas de la ciudad de David, que se multiplicaron; y recogisteis las aguas de la pesquera de abajo. Y contasteis las casas de Jerusalén; y derribasteis casas para fortificar el muro.Leer más.
E hicisteis foso entre los dos muros con las aguas de la pesquera vieja; y no tuvisteis respeto al que lo hizo, ni mirasteis desde la antigüedad al que lo labró.
He aquí que yo crié al herrero, que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo crié al destruidor para destruir. Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los siervos del SEÑOR, y su justicia de por mí, dijo el SEÑOR.
Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y juzgará entre los gentiles, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada gente contra gente, ni se ensayarán más para la guerra.
Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes naciones hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.
Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego.
Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre; mas ésta será con quema, y tragamiento de fuego.
Y haré notorio mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré mancillar mi santo Nombre; y sabrán los gentiles que yo soy el SEÑOR, Santo en Israel. He aquí, vino y fue, dijo el Señor DIOS: este es el día del cual yo hablé. Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos, saetas, bastones de mano, y lanzas; y las quemarán en el fuego por siete años.Leer más.
Y no traerán leña del campo, ni cortarán de los bosques, sino que quemarán las armas en el fuego; y despojarán a sus despojadores, y robarán a los que les robaron, dijo el Señor DIOS.
Y haré por ellos concierto en aquel tiempo con las bestias del campo, y con las aves del cielo, y con las serpientes de la tierra; y quebraré arco, y espada, y batalla de la tierra, y los haré dormir seguros.
Y de Efraín talaré los carros, y los caballos de Jerusalén; y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a los gentiles; y su Señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra.
Y la verdad fue detenida; y el que se apartó del mal, fue puesto en presa. Y lo vio el SEÑOR, y desagradó en sus ojos, porque pereció el derecho. Y vio que no había hombre, y abominó que no hubiera quien se interpusiera; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma justicia. Y se vistió de justicia, como de cota, con capacete de salud en su cabeza; y se vistió de vestido de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto,Leer más.
como para dar pagos, como para tornar venganza de sus enemigos, y dar el pago a sus adversarios; a las islas dará el pago.
Abrió el SEÑOR tu tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque ésta es obra del SEÑOR, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.
Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos todos los días. Si no se volviere, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado. Asimismo ha aparejado para él armas de muerte; ha labrado sus saetas para los que persiguen.
Vienen de lejana tierra, de lo postrero de los cielos, el SEÑOR y los instrumentos de su furor, para destruir toda la tierra.
Martillo me sois, oh armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentiles, y por medio de ti desharé reinos;
Y clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los visitadores de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lienzos, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la Casa; y llamó al varón vestido de lienzos, que tenía a su cintura el tintero de escribano.Leer más.
Y le dijo el SEÑOR: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente a los varones que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo a mis oídos: Pasad por la ciudad en pos de él, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; mas a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi Santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del Templo. Y les dijo: Contaminad la casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, e hirieron en la ciudad. Y aconteció que, habiéndoles herido, yo quedé, y me postré sobre mi rostro, y clamé, y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Has de destruir todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas de parte de Dios para la destrucción de fortalezas);
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del siglo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, acabada toda la obra.Leer más.
Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de la verdad, y vestidos de la cota de justicia. Y calzados los pies con la preparación del Evangelio de la paz; sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios;
La noche ha pasado, y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz,
en palabra de verdad, en potencia de Dios, por las armas de justicia a diestra y a siniestra;
Mas nosotros, que somos hijos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de la salud por yelmo.
Tópicos sobre Las armas
las armas de Cristo
Apocalipsis 1:16Y tenía en su diestra siete estrellas; y de su boca salía una espada aguda de dos filos. Y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.
Las armas de Dios
2 Corintios 10:4(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas de parte de Dios para la destrucción de fortalezas);
las armas del creyente
2 Corintios 6:7en palabra de verdad, en potencia de Dios, por las armas de justicia a diestra y a siniestra;
Las armas para combustible
Ezequiel 39:9-10Y los moradores de las ciudades de Israel saldrán, y encenderán y quemarán armas, escudos, paveses, arcos, saetas, bastones de mano, y lanzas; y las quemarán en el fuego por siete años.
Rompiendo las armas
Salmos 37:15La espada de ellos entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.