36 Versículos de la Biblia sobre Las riquezas, el impío Uso de
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He aquí estos impíos, sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.
porque tuve miedo de ti, que eres hombre recio; tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste.
Mas vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos con tiranía, y ellos os llevan con violencia a los juzgados? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que es invocado sobre vosotros?
Y volviendo los mensajeros otra vez, dijeron: Así dijo Ben-adad: Yo te envié a decir: Tu plata y tu oro, y tus mujeres y tus hijos me darás.
Las riquezas de vanidad disminuirán; pero el que recoje trabajando las se aumentará.
Allegar tesoros con lengua de mentira, es vanidad desatentada de aquellos que buscan la muerte.
El que oprime al pobre para aumentarse él, y que da al rico, ciertamente será pobre.
Como la perdiz que hurta lo que no parió, es el que allega riquezas, y no con justicia; en medio de sus días las dejará, y en su postrimería será incipiente.
¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder. Y codiciaron las heredades, y las robaron; y casas, y las tomaron; oprimieron al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.Leer más.
En aquel tiempo se levantará sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; ha cambiado la parte de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio, y los repartió a otros . Por tanto, no tendrás quien eche cordel para suerte en la congregación del SEÑOR.
¿Hay aún en casa del impío tesoros de impiedad, y medida escasa que es detestable? ¿Seré limpio con peso falso, y con bolsa de engañosas pesas? Con lo cual sus ricos se llenaron de rapiña, y sus moradores hablaron mentira, y su lengua engañosa en su boca.
¿No han de levantar todos éstos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo? ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña? Porque tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán; a causa de la sangre humana, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.Leer más.
¡Ay del que codicia ganancia mal habida por violencia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal! Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá; mas bendición será sobre la cabeza del que vende.
Si amontonare plata como polvo, y si preparare ropa como lodo; la habrá preparado él, mas el justo se vestirá, y el inocente repartirá la plata.
Ea ya ahora, oh ricos, llorad aullando por vuestras miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas; vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis calcañares me cercará? Los que confían en sus haciendas, y en la muchedumbre de sus riquezas se jactan,
He aquí un varón que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; se esforzó en su maldad.
El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos.
Así dijo el SEÑOR: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni se alabe el valiente en su valentía, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy el SEÑOR, que hago misericordia, juicio, y justicia en la tierra, porque estas cosas quiero, dijo el SEÑOR.
Pues por cuanto confiaste en tus haciendas, en tus tesoros, tú también serás tomada; y Quemos saldrá en cautiverio, sus sacerdotes y sus príncipes juntamente.
Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada; y hay quienes se hacen pobres, y tienen muchas riquezas. La redención de la vida del hombre es sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.
Mejor es lo poco con el temor del SEÑOR, que el gran tesoro donde hay turbación. Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio.
Pues se ve que mueren todos los sabios; el loco y el ignorante perecen, y dejan a otros sus riquezas.
Ciertamente en tinieblas anda el hombre; ciertamente en vano se inquieta; allega, y no sabe quién lo cogerá.
Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será?
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Y le dijo Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí , y tú atormentado.
Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en el Carmelo, el cual era muy rico, que tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció hallarse esquilando sus ovejas en el Carmelo. El nombre de aquel varón era Nabal, y el nombre de su mujer, Abigail. Y era aquella mujer de buen entendimiento y de buena gracia; mas el hombre era duro y de malos hechos; y era del linaje de Caleb.
Y saliendo él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.Leer más.
El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto). Mas él, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dice a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!
Y he aquí, uno llegándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber , Dios; y si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos. Le dice: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.Leer más.
Honra al padre y a la madre. Y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Le dice el joven: Todo esto guardé desde mi juventud; ¿qué más me falta? Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que el rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Pero os digo, que más liviano trabajo es pasar un cable por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el Reino de Dios.
Y le preguntó un príncipe, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No matarás; no adulterarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre.Leer más.
Y él dijo: Todas estas cosas he guardado desde mi juventud. Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico. Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán dificultosamente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! Porque más fácil cosa es entrar un cable por el ojo de una aguja, que un rico entrar al Reino de Dios.