13 Versículos de la Biblia sobre Los animales, cuidado de

Versículos Más Relevantes

Génesis 9:8-10

Entonces habló Dios a Noé y a sus hijos {que estaban} con él, diciendo: He aquí, yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra descendencia después de vosotros, y con todo ser viviente que está con vosotros: aves, ganados y todos los animales de la tierra que están con vosotros; todos los que han salido del arca, todos los animales de la tierra.

Génesis 8:1

Y se acordó Dios de Noé y de todas las bestias y de todo el ganado que estaban con él en el arca; y Dios hizo pasar un viento sobre la tierra y decrecieron las aguas.

Éxodo 9:4-6

`Pero el SEÑOR hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto, y nada perecerá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel.'" Y el SEÑOR fijó un plazo definido, diciendo: Mañana el SEÑOR hará esto en la tierra. Y el SEÑOR hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto; pero de los ganados de los hijos de Israel, ni un solo {animal} murió.

2 Reyes 3:17

Pues así dice el SEÑOR: ``No veréis viento, ni veréis lluvias; sin embargo ese valle se llenará de agua, y beberéis vosotros y vuestros ganados y vuestras bestias."

Job 5:23

Pues con las piedras del campo harás tu alianza, y las fieras del campo estarán en paz contigo.

Job 38:39-41

¿Puedes cazar la presa para la leona, o saciar el apetito de los leoncillos, cuando se agachan en {sus} madrigueras, {o} están al acecho en {sus} guaridas? ¿Quién prepara para el cuervo su alimento, cuando sus crías claman a Dios, y vagan sin comida?

Job 39:1-30

¿Conoces tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿Has observado el parto de las ciervas? ¿Puedes contar los meses de su gestación, o conoces el tiempo en que han de parir? Se encorvan, paren sus crías, y se libran de sus dolores de parto.Leer más.
Sus crías se fortalecen, crecen en campo abierto; se van y no vuelven a ellas. ¿Quién dejó en libertad al asno montés? ¿Y quién soltó las ataduras del asno veloz, al cual di por hogar el desierto, y por morada la tierra salada? Se burla del tumulto de la ciudad, no escucha los gritos del arriero. Explora los montes {buscando} su pasto, y anda tras toda {hierba} verde. ¿Consentirá en servirte el búfalo, o pasará la noche en tu pesebre? ¿Puedes atar al búfalo con coyundas para el surco, o rastrillará los valles en pos de ti? ¿Confiarás en él por ser grande su fuerza y le confiarás tu labor? ¿Tendrás fe en él de que te devolverá tu grano, y {de que lo} recogerá {de} tu era? Baten alegres las alas del avestruz, ¿acaso con el ala y plumaje del amoreña}>>? Porque abandona sus huevos en la tierra, y sobre el polvo los calienta; se olvida de que {algún} pie los puede aplastar, o una bestia salvaje los puede pisotear. Trata a sus hijos con crueldad, como si no fueran suyos; aunque su trabajo sea en vano, le es indiferente; porque Dios le ha hecho olvidar la sabiduría, y no le ha dado su porción de inteligencia. Pero cuando se levanta en alto, se burla del caballo y de su jinete. ¿Das tú al caballo {su} fuerza? ¿Revistes su cuello de crines? ¿Le haces saltar como la langosta? Terrible es su formidable resoplido; escarba en el valle, y se regocija en {su} fuerza; sale al encuentro de las armas. Se burla del temor y no se acobarda, ni retrocede ante la espada. Resuena contra él la aljaba, la lanza reluciente y la jabalina. Con ímpetu y furor corre sobre la tierra; y no se está quieto al sonido de la trompeta. Cada vez que la trompeta suena, {como que} dice: `` ¿Ea!", y desde lejos olfatea la batalla, las voces atronadoras de los capitanes y el grito de guerra. ¿Acaso por tu sabiduría se eleva el gavilán, extendiendo sus alas hacia el sur? ¿Acaso a tu mandato se remonta el águila y hace en las alturas su nido? En la peña mora y se aloja, sobre la cima del despeñadero, lugar inaccesible. Desde allí acecha la presa; desde muy lejos sus ojos {la} divisan. Sus polluelos chupan la sangre; y donde hay muertos, allí está ella.

Salmos 104:20-21

Tú ordenas la oscuridad y se hace de noche, en ella andan todas las bestias del bosque. Rugen los leoncillos tras su presa, y buscan de Dios su comida.

Joel 2:22

No temáis, bestias del campo, porque los pastos del desierto han reverdecido, porque el árbol ha dado su fruto, la higuera y la vid han producido en abundancia.

Jonás 4:11

¿y no he de apiadarme yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben {distinguir} entre su derecha y su izquierda, y {también} muchos animales?

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso