44 Versículo de la Biblia sobre los diezmos y las ofrendas
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¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y diréis: ¿En qué te hemos robado? En los diezmos y las ofrendas.
Y si alguno quisiere redimir algo de sus diezmos, añadirá su quinto a ello.
entonces lo venderás, y atarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere;
Así ofreceréis también vosotros ofrenda al SEÑOR de todos vuestros diezmos que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos ofrenda al SEÑOR, a Aarón el sacerdote.
y darás el dinero por todo lo que deseare tu alma, por vacas, o por ovejas, o por vino, o por sidra, o por cualquier cosa que tu alma te demandare; y comerás allí delante del SEÑOR tu Dios, y te alegrarás tú y tu casa.
Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán dentro de tus puertas, y se saciarán.
Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere tu campo cada año.
Y todos los diezmos de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, del SEÑOR son; es santidad al SEÑOR.
Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio.
Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás dentro de tus puertas.
Y comerás delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus vacas, y de tus ovejas, para que aprendas a temer al SEÑOR tu Dios todos los días.
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi Casa; y probadme ahora en esto, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y veréis si yo no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que no de abasto.
Y metieron las ofrendas y diezmos y las cosas consagradas, fielmente; y dieron cargo de ello a Conanías, el levita, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.
Honra al SEÑOR de tu sustancia, y de las primicias de todos tus frutos;
Y si el camino fuere tan largo que tú no puedas llevarlos por él, por estar lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te bendijere,
Entonces, habrá un lugar que el SEÑOR vuestro Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre; allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y las ofrendas de vuestras manos, y toda elección de vuestros votos que hubiereis prometido al SEÑOR;
Y allí llevaréis vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, y vuestros diezmos, y la ofrenda de vuestras manos, y vuestras promesas, y vuestras ofrendas voluntarias, y los primerizos de vuestras vacas y de vuestras ovejas;
ayuno lo de dos comidas cada sábado, doy diezmos de todo lo que poseo.
Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda al SEÑOR el diezmo de los diezmos.
Mas ¡ay de vosotros, fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; pero el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo. Pues estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras.
Y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite, a los cilleros.
y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y Abram le dio los diezmos de todo.
y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, la décima parte lo he de apartar para ti.
Y las primicias de todos los primeros frutos de todo, y toda ofrenda de todo lo que se ofreciere de todas vuestras ofrendas, será de los sacerdotes; daréis asimismo las primicias de todas vuestras masas al sacerdote, para que haga reposar la bendición en vuestras casas.
Guárdate, que no ofrezcas tus holocaustos en cualquier lugar que vieres;
No he comido de ello en mi luto, ni he sacado de ello estando en inmundicia, ni de ello he dado para mortuorio; he escuchado la voz del SEÑOR mi Dios, he hecho conforme a todo lo que me has mandado.
Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar del SEÑOR tu Dios.
No traerás precio de ramera, ni precio de perro (prostituto del culto pagano) a la casa del SEÑOR tu Dios por ningún voto; porque abominación es al SEÑOR tu Dios así lo uno como lo otro.
Del mismo modo, aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; mas allí, aquel los tomó del cual está dado testimonio que vive;
Ni podrás comer en tus poblaciones el diezmo de tu grano, o de tu vino, o de tu aceite, ni los primerizos de tus vacas, ni de tus ovejas, ni tus votos que prometieres, ni tus ofrendas voluntarias, ni las ofrendas elevadas de tus manos.
Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán al SEÑOR en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.
Y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas recibirían el diezmo; y que los levitas ofrecerían el diezmo del diezmo en la Casa de nuestro Dios, a las cámaras en la casa del tesoro.
Tenga memoria de todos tus presentes, y reduzca a ceniza tu holocausto. (Selah.)
Y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para hacer la obra para el ministerio que el SEÑOR ha mandado que se haga.
Y cuando ofrecéis el animal ciego para sacrificar, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? Dijo el SEÑOR de los ejércitos.
deja allí tu presente delante del altar, y ve, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
al cual asimismo dio Abraham la décima parte de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz;
Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
Que traeríamos también las primicias de nuestras masas, y de nuestras ofrendas, y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite, a los sacerdotes, a las cámaras de la Casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestra tierra a los levitas; y que los levitas recibirían las décimas de nuestras labores en todas las ciudades.
Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
No dilatarás la primicia de tu cosecha, ni de tu licor, me darás el primogénito de tus hijos.
Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró el SEÑOR a Abel y a su presente;
Y entendí que las partes de los levitas no se les habían dado; y que los levitas y cantores que hacían la obra habían huido cada uno a su heredad.
Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será santidad al SEÑOR.