20 Versículo de la Biblia sobre Los padres pecado
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El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará la iniquidad del padre, ni el padre llevará la iniquidad del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, de los que me aborrecen,
que guardo la misericordia en millares, que suelto la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo absolveré al malvado; que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Y los que quedaren de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.
El SEÑOR, tardo de ira y grande en misericordia, que suelta la iniquidad y la rebelión, y absolviendo no absolverá al culpado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta las terceras y hasta las cuartas generaciones.
Y vuestros hijos serán pastoreados en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras fornicaciones, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto.
Dios guardará para los hijos de ellos su violencia; y le dará su pago, para que conozca.
Aparejad sus hijos para el matadero por la iniquidad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen la faz del mundo de ciudades.
que haces misericordia a millares, y vuelves la iniquidad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre;
He aquí, el dolor de mi iniquidad me ha hecho revolcar; mi madre me concibió para que el pecado fuera removido de mí.
Se extrañaron los impíos desde la matriz; erraron desde el vientre, hablando mentira.
No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será para siempre la simiente de los malignos.
Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre, porque pecamos contra el SEÑOR nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no oímos la voz del SEÑOR nuestro Dios.
Nuestros padres pecaron, y son muertos; y nosotros llevamos sus castigos.
¿Qué pensáis vosotros, vosotros que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, diciendo: Los padres comieron el agraz, y los dientes de los hijos tienen la dentera?
Si sus hijos fueren multiplicados, serán para la espada; y sus descendientes no se saciarán de pan.
Porque el SEÑOR ama la rectitud, y no desamparará a sus misericordiosos, para siempre serán guardados; mas la simiente de los impíos será talada.
Y vosotros, llegaos acá, hijos de la agorera; generación del adúltero y de la fornicaria.
Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.