7 Versículo de la Biblia sobre los salmos mesiánicos

Versículos Más Relevantes

Salmos 2:1-12

¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad? Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.Leer más.
El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Entonces hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira. Pero yo he puesto a mi Rey sobre Sión, mi santo monte. Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. Y ahora, reyes, entended: Admitid corrección, jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere un poco su furor. Bienaventurados todos los que en Él confían.

Salmos 45:1-17

«Al Músico principal: sobre Sosanim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores» Rebosa mi corazón palabra buena: Refiero yo al Rey mis obras: Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre. Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad.Leer más.
Y en tu gloria sé prosperado: Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles. Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey. Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino. Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros. Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado. Hijas de reyes hay entre tus mujeres ilustres: La reina está a tu diestra, con oro de Ofir. Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; y deseará el Rey tu hermosura: Adórale, porque Él es tu Señor. Y la hija de Tiro vendrá con presentes; los ricos del pueblo implorarán tu favor. Toda gloriosa en su interior es la hija del Rey; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella: Sus compañeras serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey. En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré que tu nombre sea recordado en todas las generaciones; por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Salmos 72:1-20

«Para Salomón» Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. Él juzgará a tu pueblo con justicia, y a tus afligidos con juicio. Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados justicia.Leer más.
Juzgará a los afligidos del pueblo, salvará los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento. Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra. En sus días florecerá la justicia, y abundancia de paz hasta que no haya luna. Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Los que habitan el desierto se postrarán delante de él; y sus enemigos lamerán la tierra. Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Seba y de Sabá ofrecerán dones, y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán. Porque él librará al menesteroso que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres. De engaño y de violencia redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos. Y vivirá, y se le dará del oro de Seba; y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá. Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. Su nombre será para siempre, perpetuado será su nombre mientras dure el sol; y benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado. Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, sólo Él hace maravillas. Y bendito sea su nombre glorioso para siempre; y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y amén. Terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

Salmos 110:1-7

«Salmo de David» Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. Jehová enviará desde Sión la vara de tu poder: Domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo estará dispuesto en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, tienes tú el rocío de tu juventud.Leer más.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor: Juzgará entre las naciones, las llenará de cadáveres; herirá las cabezas en muchas tierras. Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará la cabeza.

Salmos 16:1-11

«Mictam de David» Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha; sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia.Leer más.
Se multiplicarán los dolores de aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. Jehová es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado. Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones. A Jehová he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido. Por tanto, mi corazón se alegra, y se goza mi gloria; también mi carne reposará segura. Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción. Me mostrarás la senda de la vida: Plenitud de gozo hay en tu presencia; delicias en tu diestra para siempre.

Salmos 22:1-31

«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no me escuchas; y de noche, y no hay para mí sosiego. Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.Leer más.
En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven, se burlan de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo: Confió en Jehová, líbrele Él; sálvele, puesto que en Él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del vientre; Me hiciste estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca, como león rapaz y rugiente. Estoy derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón es como cera, derretido en medio de mis entrañas. Se secó como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; ellos me miran, y me observan. Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes. Mas tú, oh Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, porque tú me has escuchado de los cuernos de los unicornios. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. Los que teméis a Jehová, alabadle; glorificadle, simiente toda de Jacob; y temedle, vosotros, simiente toda de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre, ni de él escondió su rostro; sino que cuando clamó a Él, le oyó. De ti será mi alabanza en la gran congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los pobres, y serán saciados: Alabarán a Jehová los que le buscan: Vivirá vuestro corazón para siempre. Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra; y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones. Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones. Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma. La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová por una generación. Vendrán, y anunciarán su justicia a un pueblo que ha de nacer, le dirán que Él hizo esto.

Salmos 40:1-17

«Al Músico principal: Salmo de David» Pacientemente esperé en Jehová, y Él se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y confiarán en Jehová.Leer más.
Bienaventurado el hombre que pone en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían a la mentira. Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar; si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados. Sacrificio y ofrenda no te agradan; has abierto mis oídos; holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí: El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mi corazón. He predicado justicia en grande congregación; he aquí no he refrenado mis labios, Jehová, tú lo sabes. No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón: Tu fidelidad y tu salvación he proclamado: No he ocultado tu misericordia y tu verdad a la gran congregación. Tú, oh Jehová, no retengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confundidos a una los que buscan mi vida para destruirla; vuelvan atrás y sean avergonzados los que mi mal desean. Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: ¡Ajá, ajá! Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea engrandecido. Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi Libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.

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