44 Versículos de la Biblia sobre los talentos
Versículos Más Relevantes
A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su facultad; y luego partió lejos.
Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
Mas el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Y el que había recibido cinco talentos, vino y trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí, he ganado sobre ellos otros cinco talentos.
Y el que había recibido cinco talentos, fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.
Su señor le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor.
Teniendo, pues, diversidad de dones según la gracia que nos es dada, si profecía, profeticemos conforme a la medida de la fe;
hasta cien talentos de plata, y hasta cien coros de trigo, y hasta cien batos de vino, y hasta cien batos de aceite; y sal sin medida.
Y cayó del cielo sobre los hombres un grande granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron a Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue muy grande.
Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo mío con intereses.
y tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.
Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué, pues, se hará de los cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto.
Y de Israel tomó a sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata.
Pesé, pues, en manos de ellos seiscientos cincuenta talentos de plata, y vasos de plata por cien talentos, y cien talentos de oro;
Y dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especiería, y piedras preciosas; nunca vino tan gran cantidad de especias, como la reina de Seba dio al rey Salomón.
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí, he ganado sobre ellos, otros dos talentos.
es decir, tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas.
Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.
y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, y diez mil talentos de plata, y dieciocho mil talentos de bronce, y cinco mil talentos de hierro.
Entonces vino el que había recibido un talento, y dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;
Y llamando a diez siervos suyos, les dio diez minas, y les dijo: Negociad entre tanto que vengo.
Y su señor le dijo: Bien hecho, siervo bueno y fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Y Naamán dijo: Te ruego que tomes dos talentos. Y él le constriñó, y ató dos talentos de plata en dos sacos, con dos mudas de ropa, y los puso sobre dos de sus criados para que los llevaran delante de él.
El don del hombre le ensancha el camino, y le lleva delante de los grandes.
Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Y como el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo a un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si por alguna razón él llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Y quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro, y tenía piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y sacó muy grande botín de la ciudad.
Entonces el señor de aquel siervo, fue movido a misericordia, y le soltó y le perdonó la deuda.
Y el peso de oro que venía a Salomón cada un año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
Y él le dijo: Bien, buen siervo; pues que en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad sobre diez ciudades.
Y el rey de Egipto lo quitó de Jerusalén, y condenó la tierra a pagar cien talentos de plata y uno de oro.
los cuales fueron a Ofir, y tomaron de allí oro, cuatrocientos veinte talentos, y lo trajeron al rey Salomón.
Y el bronce ofrendado fue setenta talentos, y dos mil cuatrocientos siclos;
El peso del oro que Salomón recibía en un año, era seiscientos sesenta y seis talentos de oro;
Y he aquí, levantaron un talento de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa.