21 Versículos de la Biblia sobre los tiempos de Cristo
Versículos Más Relevantes
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, nacido de mujer, nacido súbdito de la ley,
Porque el Cristo, cuando aún éramos flacos, a su tiempo murió por los impíos.
Y le dice Jesús: ¿Qué tengo yo contigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.
Les dice entonces Jesús: Mi tiempo aún no es venido; mas vuestro tiempo siempre es presto.
Vosotros subid a esta Fiesta; yo no subo aún a esta Fiesta, porque mi tiempo aún no es cumplido.
Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso en él mano, porque aún no había venido su hora.
Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se ha acercado.
Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa haré la Pascua con mis discípulos.
Entonces vino a sus discípulos y les dice: Dormid ya, y descansad; he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad. Basta, la hora es venida; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores.
Estas cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora viene; clarifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te clarifique a ti;
Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser clarificado.
Antes del día de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Y dijo a sus discípulos: Días vendrán, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
Porque como el relámpago, que resplandece de la región de debajo del cielo, resplandece en lo que está debajo del cielo, así también será el Hijo del hombre en su día.
Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? Padre, sálvame de esta hora; mas por esto he venido en esta hora.
al cual a su tiempo mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de reyes, y Señor de señores;