23 Versículo de la Biblia sobre Morada de Dios

Empero ¿es verdad que Dios haya de morar sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?

Hasta que halle lugar para Jehová, Moradas para el Fuerte de Jacob.

Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has aparejado, oh Jehová; En el santuario del Señor, que han afirmado tus manos.

Yo he edificado casa por morada para ti, asiento en que tú habites para siempre.

Condujiste en tu misericordia á este pueblo, al cual salvaste; Llevástelo con tu fortaleza á la habitación de tu santuario.

Jehová, la habitación de tu casa he amado, Y el lugar del tabernáculo de tu gloria.

Al Músico principal: sobre Gittith: Salmo para los hijos de Coré. ­CUAN amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

¿Por qué os levantáis, oh montes altos? Este monte amó Dios para su asiento; Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

Yo los llevaré al monte de mi santidad, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos.

Entonces dijo Salomón: Jehová ha dicho que él habitaría en la oscuridad.

CUANDO fueres á la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oir que para dar el sacrificio de los necios: porque no saben que hacen mal.

Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y soplo en ello. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre á su propia casa.

Calle toda carne delante de Jehová, porque él se ha despertado de su santa morada.

En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, á preparar lugar para vosotros.

El cielo es mi trono, Y la tierra es el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?

El cual es fiel al que le constituyó, como también lo fué Moisés sobre toda su casa.

Mas Cristo como hijo, sobre su casa; la cual casa somos nosotros, si hasta el cabo retuviéremos firme la confianza y la gloria de la esperanza.

Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,

Mas ¿es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte: ¿cuánto menos esta casa que he edificado?

Mas ¿quién será tan poderoso que le edifique casa? Los cielos y los cielos de los cielos no le pueden comprender; ¿quién pues soy yo, que le edifique casa, sino para quemar perfumes delante de él?

Porque David dijo: Jehová Dios de Israel ha dado reposo á su pueblo Israel, y el habitar en Jerusalem para siempre.