21 Versículo de la Biblia sobre Paciencia, en la vida cristiana
Versículos Más Relevantes
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Pero la {semilla} en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con {su} perseverancia.
a los que por la perseverancia en hacer el bien buscan gloria, honor e inmortalidad: vida eterna;
Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos.
Confía callado en el SEÑOR y espérale con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo {sus} intrigas.
Para el director del coro. Salmo de David.Al SEÑOR esperé pacientemente, y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.
de manera que nada os falta en ningún don, esperando ansiosamente la revelación de nuestro Señor Jesucristo;
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la perseverancia de Cristo.
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Pues nosotros, por medio del Espíritu, esperamos por la fe la esperanza de justicia.
Bueno es para el hombre llevar el yugo en su juventud.
gozándo{os} en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración,
a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.
Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis a los débiles {y} seáis pacientes con todos.
Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: ``Ten paciencia conmigo y todo te lo pagaré."
sobre todo, porque eres experto en todas las costumbres y controversias entre {los} judíos; por lo cual te ruego que me escuches con paciencia.
Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
sino que en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios, en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias,